Tener la ropa limpia es una cuestión a la que apenas se le da importancia, y menos aún a lo olores que las prendas desprenden cuando salen de la lavadora. Sin embargo, en condiciones extremas donde la higiene no siempre se puede cumplir, como es el caso de 'Supervivientes', se echa de menos este tipo de detalles.
Este hecho, el de volver a tener la ropa limpia, fue la recompensa que recibieron algunos concursantes de 'Supervivientes 2024' por ganar la 'noria infernal'. Los afortunados fueron: Gorka Ibarguren, Miri, Ángel Cristo, Blanca Manchón, Aurah, Arkano y Laura Matamoros.
El simple hecho de saber que iban a volver a tener su ropa como el primer día ya fue motivo de alegría, sin embargo, los sentimientos afloraron aún más cuando la olieron, de hecho, algunas incluso se emocionaron porque ese olor les trasportó por unos instantes a su hogar, aquel lugar que llevan meses sin pisar. Aurah fue una de las que rompió a llorar: "Me recuerda a casa, me recuerda a mi hijo".
Llama la atención cómo un simple olor puede aflorar tantos sentimientos. Ante esta situación, en ElDesmarque hemos hablado con Alba García, neuropsicóloga clínica, para entender qué ocurre en el cerebro cuando olemos algo.
Aunque a priori no podamos identificar el olor de nuestra ropa, sí que lo hacemos con el de otras personas. Además de que nos permiten reconocer a las personas, "los olores tienen la capacidad única de evocar recuerdos pasados y de transportarnos a otros lugares o momentos en el tiempo", asegura la profesional.
Este fenómeno se conoce como memoria olfativa o memoria asociada al olfato, y está relacionado con el funcionamiento del cerebro y el sistema límbico en particular, parte del cerebro implicada en las emociones, el hambre y la sexualidad.
De hecho, para hacerse una idea de las dimensiones de la memoria olfativa, los científicos Richard Axel y Linda Buck, premio Nobel de Medicina en 2004, averiguaron que la memoria puede albergar hasta 10 mil aromas diferentes, pero sólo reconoce 200 colores
La experta en psicología explica paso a paso el proceso que tiene lugar en el cerebro:
"El olor a algodón de azúcar nos hace transportarnos a la feria o a cuando éramos niños, pero cuando algo huele mal, lo rechazamos para no 'envenenarnos' ", ejemplifica Alba García.
La memoria olfativa es algo tan increíble que hasta las empresas lo han aprovechado como técnica de marketing, creando el término 'marketing olfativo'. Este se basa en la utilización de un aroma propio como medio de comunicación entre la marca y el consumir.
Esto sirve para que cuando el consumidor vuelva a oler dicha fragancia, de forma inmediata su cerebro lo asocie con esa tiende de ropa, zapatos, cosméticos...