Diego Matamoros ha tenido que adaptar su vida a la enfermedad degenerativa que sufre: espondilolistesis. Este ha pasado por varias operaciones, las cuales no han alcanzado todos los objetivos esperados, y de forma periódica se somete a tratamientos específicos para contrarrestar el dolor que le provoca dicha afección. De hecho, él mismo trata de visibilizar en sus redes sociales todo lo que hay detrás de la espondilolistesis degenerativa.
"Hoy me ha tocado pasar por chapa y pintura, últimamente he convivido demasiado con mi amigo el dolor" publicaba en su cuenta de Instagram el 8 de mayo. En las fotos que acompañan al mensaje se puede ver cómo el Dr. David Abejón González trata la espalda de Diego Matamoros.
La espondilolistesis degenerativa "es una enfermedad en la que las vértebras de la columna lumbar se desplazan levemente posicionándose sobre la vértebra inferior", define la Clínica Universidad de los Andes. El tipo degenerativo es el más común, y como su nombre indica sus efectos negativos tienden a aumentar a medida que pasa el tiempo.
Cabe destacar que la espondilolistesis congénita, como resultado de una formación anormal de los huesos, es una afección poco común que aparece en edades temprana, antes de los 40 años, mientras que la degenerativa está empezando a aparecer de forma frecuente en los mayores de 70, diferencia en un portal el Dr. Rafael García de Sola.
Diego Matamoros ha hecho referencia en más de una ocasión a los cuadros de dolor que sufre y es que es el síntoma más evidente de esta enfermedad. Desde la Universidad de los Andes, ubicada en Santiago de Chile, enumeran los dolores más frecuentes de la espondilolistesis degenerativa:
Junto con los síntomas, esta patología se puede diagnosticar con una radiografía lumbar simple, pero suele confirmarse con radiografías funcionales o dinámicas, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas o vía scanner, enumeran en la Clínica Universidad de Navarra.
El tratamiento que se recomienda depende de la edad, la gravedad de la espondilolistesis y el estado general de salud del paciente. De primeras se suele apostar por un tratamiento conservador con fármacos y ejercicio físico específico para reforzar la musculatura de la columna vertebral; la fisioterapia y la kinesiología también se indica para fortalecer los músculos de esta zona.
Sin embargo, cuando esta opción no da resultados y el dolor sigue siendo insoportable se recurre a la cirugía. Las infiltraciones con corticoides también logran un gran efecto antiinflamatorio.