Un reumatólogo, sobre el papel del ejercicio físico en la fibromialgia: "El beneficio es superior al que se obtiene con muchos de los fármacos"
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Las personas con fibromialgia no tienen ninguna limitación funcional
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Los ejercicios de suelo, piscina o bicicleta son los más indicados
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Una meta: 30 minutos diarios de ejercicio moderado
El dolor y la fatiga crónica van de la mano de la fibromialgia por lo que la intensidad de estos es lo que condiciona el día a día de las personas que la sufren. Aunque el tratamiento farmacológico tiene su función y efecto, los estudios han demostrado que la realización de ejercicio físico de forma regular es un tratamiento en sí mismo ya que, a diferencia de lo que ocurre con los medicamentos, no presenta efectos secundarios negativos.
Esta evidencia no se queda ahí, sino que va más allá y es que "el beneficio comprobado que un paciente con fibromialgia consigue realizando ejercicio físico es superior al que se obtiene con muchos de los fármacos que se utilizan para tratar esta enfermedad", asegura el Dr. Javier Rivera, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología, a ElDesmarque.
Cabe destacar que a pesar de los dolores que provoca la fibromialgia, las personas afectadas no tienen ninguna limitación funcional que les impida practicar deporte. A pesar de esto, conseguir que cumplan una rutina de entrenamiento no es una trabajo fácil, teniendo en cuenta que "cambiar de hábitos es una de las tareas que requieren mayor esfuerzo", apunta el reumatólogo del Hospital Universitario Gregorio Marañón.
El sedentarismo: algo frecuente en las personas con fibromialgia
El reto que tienen los expertos en fibromialgia con sus pacientes es el de quitarles la idea de que no hacen ejercicio físico porque están cansados por el trabajo, las obligaciones familiares... y hacerles ver que "la realización de ejercicio físico contribuye a mejorar los síntomas de la enfermedad, incluido el propio cansancio".
Dejar de lado el sedentarismo es una hábito indicado en toda la población, pero en este grupo concreto es más necesario aún ya que "el estar en buenas condiciones físicas mejoran los síntomas como el cansancio y el dolor y contribuye a una mejor calidad de vida", argumenta el mismo.
¿Existe un deporte más conveniente que otro?
"El mejor ejercicio que existe es el que se hace", es lo que siempre le dice el Dr. Rivera a sus pacientes. Este prefiere que ellos sean los que elijan el tipo de ejercicio que van a realizar para garantizar así su adherencia y continuidad a lo largo del tiempo.
Es cierto que los ejercicios de suelo, piscina o bicicleta son los más indicados para su condición ya que son los que "menor impacto tienen sobre su aparato locomotor porque no cargan con su propio peso", argumenta el experto el fibromialgia.
El tipo de ejercicio que si deben realizar este grupo de personas es el ejercicio físico aeróbico ya que les permite mejorar la capacidad funcional de sus músculos. "De esta forma, el yoga en exclusiva no sería suficiente para estos pacientes y habría que cumplimentarlo con ejercicios aeróbicos", matiza.
Una meta: 30 minutos diarios de ejercicio moderado
Para empezar a notar los beneficios del ejercicio físico se necesitan bastantes días de entrenamiento por lo que este se debe iniciar de una manera gradual y progresiva. "Recomiendo comenzar con dosis pequeñas de entrenamiento según la capacidad de cada paciente y subir lentamente la cantidad de ejercicio", aconseja el reumatólogo.
La meta razonable que este propone son "treinta minutos diarios de ejercicios físicos moderados", a la misma vez que recuerda que "se puede tardar unos tres meses en conseguir un buen estado de forma física" por lo que no hay que tener prisa por conseguir los resultados.