La primera vez que se habló de la enfermedad infecciosa del virus del Nilo Occidental fue en 1999 cuando apareció el primer caso conocido en Estados Unidos. A día de hoy está ampliamente instalado en zonas de España como Sevilla, e incluso "ya ha llegado a Holanda, donde nunca se había detectado, y está circulando en Alemania y en Moscú" ha asegurado Jordi Figuerola, de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.
A medida que aumentan las temperaturas mínimas, también lo hace la prevalencia del virus del Nilo Occidental, y no sólo en verano sino también en la primavera. Por este motivo los expertos en epidemiología y salud pública han pedido mejorar la gestión de los mosquitos ante el previsible aumento de casos en España.
"Cuanto más calor haya en invierno, más circulación del West Nile Virus -virus del Nilo Occidental- vamos a tener en primavera y verano siguientes" o, lo que es lo mismo, "cuanto más suaves son los inviernos, mejor van a sobrevivir los mosquitos", ha señalado Figuerola durante la X Jornada sobre Vigilancia en Salud Pública de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) 'La vigilancia de la salud pública ante el cambio global".
El virus del Nilo Occidental (VNO) se transmite por estos vectores y se mantiene gracias a un ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito. Los seres humanos y los équidos se consideran huéspedes finales, por lo que no transmiten la enfermedad, pero sí que la padecen.
Aunque la incidencia en animales se ha disparado, los expertos prevén que aumente "en intensidad" en humanos pero no a la misma velocidad que en los animales estudiados, como caballos y focas.
Pero eso va a depender "de la gestión que hagamos de los mosquitos en las zonas en las que vive la gente. Si nos despreocupamos, va a haber proliferación, como hubo en 2020", ha apostillado.
Los epidemiólogos también han mostrado su inquietud por la resistencia a los antimicrobianos. Ana Alastruey, del Centro Nacional de Microbiología, ha avisado del incremento de la incidencia de hongos resistentes a los antifúngicos -fármacos que evitan y eliminan los hongos-, que matan a más de 3,5 millones de personas y afectan a más de mil millones de individuos.
De hecho, la 'candida auris' es la primera causa de infección invasiva en muchos hospitales de EEUU. En España, se calcula que un 6,6 % de los pacientes son resistentes a la aspergilosis o 'Aspergillus fumigatus'.
Miriam Navarro, de la Unidad de Epidemiología del Centro de Salud Pública de Elche-FISABIO, ha puesto el foco en la criptosporidiosis, una enfermedad intestinal causada por el parásito Cryptosporidium, cuya incidencia puede haber aumentado por la crisis climática.
Los últimos brotes aparecidos en la Comunidad Valenciana se han relacionado con aguas de uso recreativo, especialmente en los meses veraniegos.
Por estos motivos, los expertos recomiendan intensificar la vigilancia de esta enfermedad en nuestro país, establecer protocolos de vigilancia ambiental y promover estudios de investigación que combinen datos epidemiológicos, microbiológicos y meteorológicos.
En general, los epidemiólogos han coincidido en que la salud humana va a depender de la gestión que se haga del medioambiente y de los animales y en erradicar las desigualdades en salud provocadas por el calentamiento global.
Uno de ellos ha sido el director general de Salud Pública y Equidad en la Salud, Pedro Gullón, que ha mostrado su compromiso de "pelear" para que el real decreto de creación de la red estatal de vigilancia en salud publica, que actualmente está en el Consejo de Estado, "suba en la lista de reales decretos pendientes".
También ha mostrado su satisfacción por la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública (Aesap), aún en fase de enmiendas parciales, que espera que pueda ser aprobada "en julio o si no, septiembre", para que eche a andar ya en 2025.