Usain Bolt ha sufrido una grave lesión jugando un partido de fútbol amistoso. En el minuto 61, una mala pisada mientras corría hacia Jermain Defoe hizo que el ocho veces oro olímpico cayera en el suelo retorciéndose de dolor y sin poder levantarse. Horas más tarde, él mismo publicó en sus redes sociales el alcance de su lesión: "Me he roto el tendón de Aquiles pero seguimos siendo unos guerreros".
El famoso tendón de Aquiles "reúne a los músculos gemelos y al sóleo. Se encarga sobre todo de la flexión plantar del pie, es decir, de llevar el pie hacia abajo", explica el fisioterapeuta Fernando Ramos, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) a ElDesmarque. Saltar, ejecutar movimientos explosivos, desarrollar fuerza en un periodo corto de tiempo, acciones de estiramiento y contracción bruscas... son algunas de las actividades en la que es fundamental el tendón de Aquiles.
Esta estructura puede verse sometida a un estrés mecánico que provoque su rotura de forma parcial o completa. Teniendo en cuenta la impotencia funcional inmediata que expresa Usain Bolt, la cual le hace abandonar el campo en camilla, "nos informa de que probablemente haya sido una rotura de espesor completo", precisa el experto en fisioterapia.
Raptured Achilles but done know we a warrior 💪🏿 pic.twitter.com/vKYtHqOFTj
— Usain St. Leo Bolt (@usainbolt) June 9, 2024
La rotura del tendón de Aquiles suele afectar más a hombres de mediana edad y siempre suele estar relacionada con una actividad deportiva. "Hablamos de una incidencia de 69 casos por cada 100 mil habitantes, donde la incidencia aumenta entre los 40 y los 60 años y también a partir de los 60", contextualiza el fisioterapeuta Ramos.
El motivo por el que este tipo de lesión se da más en esas edades es porque "probablemente el tendón vaya perdiendo sus propiedades mecánicas originales, es decir, su elasticidad. Esto significa que le hace ser más rígido por los cambios de colágeno que se producen en las proteínas fundamentales del tendón", continúa explicando el mismo.
El síntoma principal que caracteriza a la rotura del tendón de Aquiles es un dolor repentino en el talón o en la parte posterior de la pantorrilla que a veces se acompaña de un chasquido o un estallido. "Resulta fundamental hacer un diagnóstico inmediato y tomar decisiones respecto al tratamiento. Las pruebas de imagen confirman el diagnostico, la magnitud y el sitio exacto donde se ha producido la lesión", matiza.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, así como de los resultados que se quieran conseguir, se opta por el tratamiento conservador o el quirúrgico. Ambos presentan beneficios y contraindicaciones, aunque en el caso de los atletas profesionales se tiende a optar por la cirugía ya que permite, con mayor probabilidad, volver a conseguir los niveles de fuerza explosiva de antes de la lesión
En el tratamiento conservador se utiliza una bota que mantiene la pierna en una posición fija, que permite que el tendón se encuentre en ligera flexión plantar, es decir, ligeramente inclinado hacia atrás y hacia abajo. Esta bota se debe utilizar en todo momento, incluso cuando se está dormido, pero permite al paciente seguir caminando. A los tres meses se empieza con el tratamiento de fisioterapia, pero tienen que pasar otros meses más para que se vuelva al nivel físico del que se partía antes de la lesión.
El lado positivo es que evita las complicaciones propias de la cirugía, pero al mismo tiempo "eleva el riesgo de una nueva ruptura, persiste durante mucho más tiempo la diferencia de fuerzas entre la pierna sana y la lesionada y presenta mayor riesgo de trombosis venosa profunda -al tener inmovilizada dicha zona-", enumera el presidente de AEF. No obstante, este tratamiento sólo es posible cuando se hace un abordaje temprano de la lesión.
En el caso del tratamiento quirúrgico estamos hablando de seis meses de recuperación y no siempre es la opción preferida, teniendo en cuenta que en ocasiones "las contraindicaciones superan los beneficios". Sin embargo, en cuanto a las diferencias de fuerzas entre piernas, cuando termina el proceso de recuperación apenas se perciben.
El consenso establece que el post-operatorio puede durar hasta cuatro semanas en el que el pie se inmoviliza en una ligera flexión plantar. En estas primeras cuatro semanas se somete al tendón a ejercicios de movilidad, pero sin excesiva flexión; los estiramientos excéntricos no deben iniciarse antes de las 12 semanas.
Además de la terapia manual para mantener el rango articular dentro de lo recomendado por la lesión y las técnicas de electroestimulación, Fernando Ramos puntualiza que "es muy interesante el uso de la cinta de correr antigravitatoria para poder hacer realmente una exposición gradual a la carga". Esto sirve para que "el tejido cicatrizal, que se ha producido durante la sutura tendinosa, se parezca lo máximo posible al tejido original".
El profesional advierte que "la cicatriz que se queda no presenta las mismas propiedades que el tejido original y siempre va a ser una zona más expuesta a volver a romper". De hecho, "la tasa de regreso al nivel previo competitivo es del 80%, es decir, no todo el mundo puede volver a competir", concluye el mismo.
🇯🇲❌ Usain Bolt s’est blessé hier au tendon d’Achille lors du match caritatif Soccer Aid… pic.twitter.com/BIKY0jmJI0
— DAKE 🪫⚽️ (@dakemedia) June 10, 2024