Mitos y verdades sobre la donación de sangre: un acto de voluntad que salva tres vidas
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En cada donación se extraen 450 mililitros de sangre
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"Sólo el 5% de los potenciales donantes dona"
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Para un accidente de tráfico se necesitan entre 20 y 30 bolsas
En España, las donaciones de sangre son altruistas y no remuneradas, esto significa, entre comillas, que los hospitales tendrán sangre, siempre y cuando la población acuda a un punto de donación de forma voluntaria y cumpla los requisitos para que le extraigan 450 mililitros de sangre. Se trata de un procedimiento seguro, rápido y sencillo en el que en ningún caso la salud del donante se va a ver comprometida.
Sin embargo, la Cruz Roja apunta que "sólo el 5% de los potenciales donantes dona", pero ¿a qué debe esto? Muchas personas apuntan que es por desconocimiento, otras porque no son aptas y la gran mayoría porque tiene miedo a las agujas, a la sangre o a sentirse mal después de donar. Existe un cuarto grupo de potenciales donantes, que se sitúa por detrás del miedo, que no lo hace por falsas creencias sobre causas de exclusión tales como: los tatuajes, el no ayuno, el colesterol...
Con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra cada 14 de junio, hospitales y centros de transfusiones agradecen el papel fundamental de este grupo de personas en la sociedad y animan al resto a que se unan a esta acción.
Mitos sobre las donaciones de sangre
Uno de los mitos más extendidos entre a sociedad es el de que con tatuajes no se puede donar, cuando en realidad no se puede donar tan sólo si no han pasado cuatro meses desde el momento en el que te hiciste un tatuaje o un piercing. Esto ocurre también con la medicación, que aunque es cierto que alguna sí que es excluyente, no lo es toda.
Otros piensan que la donación se debe hacer en ayudas, como ocurre en las analíticas, pero, en realidad, en ayunas es cuando realmente no se puede realizar dicho procedimiento.
Tener la tensión o el colesterol alto tampoco son factores excluyentes. En cuanto a la tensión, antes de proceder a la donación se mide por lo que si está regulada, sí es posible donar. Una situación similar ocurre con la regla, siempre que la donante se encuentre bien y los parámetros de hemoglobina sean los adecuados, esta puede donar sin problema.
A pesar de que fumar es un hábito desaconsejado por cualquier médico, ser fumador no te excluye de ser donante aunque sí que después de la donación recomiendan estar al menos dos horas sin fumar para evitar mareos.
Por último, donar una vez no te obliga a donar más veces. "Nos hemos encontrado con alguna persona que piensa que al tomar la decisión de donar sangre, se compromete a hacerlo de forma regular el resto de su vida. Esto no es cierto, cada uno dona siempre que quiera y pueda", explica la Cruz Roja.
¿Para qué sirve mi sangre?
La realidad es que "1 de cada 10 personas admitidas en un hospital necesita sangre", "cada 3 segundos alguien necesita sangre" y "1 de cada 2 personas residentes en España necesitará sangre alguna vez en su vida", según la Cruz Roja. Estos tres puntos explican a la perfección el motivo por el que nunca sobran donantes de sangre.
Para hacernos una idea de las dimensiones del asunto, para un accidente de tráfico se necesitan entre 20 y 30 bolsas, para una operación de cadera entre 6 y 8, o para un trasplante de médula ósea unas 50.
¿Por qué se dice una donación salva tres vidas?
Cuando una persona dona sangre, esta no se transfunde directamente sino que pasa un proceso en el cual los 450 ml de sangre se dividen en el centro de transfusiones de cada comunidad en tres componentes: hematíes -glóbulos rojos-, plasma y plaquetas. Dependiendo de las necesidades del paciente, se le transfundirá el o los componentes que necesite. Este es el motivo por el que dicen que una donación puede salvar hasta tres vidas.
Requisitos principales para donar sangre
Aunque antes de donar sangre, debes responder las preguntas de un cuestionario y pasar un reconocimiento médico para ver si eres apto o no, los requisitos principales para donar son:
- Ser mayor de edad
- Pesar más de 50 kilos
- Encontrarse bien
- No ir en ayunas a la donación
- No ser diabético insulinodependiente o padecer una enfermedad grave como hepatitis B, hepatitis C o VIH, entre otras.