A medida que el tabaco va "perdiendo" fuerza entre lo más jóvenes, la van ganando los cigarrillos electrónicos, popularmente conocidos como vapers. Esta nueva forma de iniciarse en el mundo del tabaco tiene muy preocupados a los expertos en la materia, entre ellos a los oncólogos. Pese a que a priori los vapeadores se vendieron como un producto menos malo que el tabaco y casi benigno, esta idea está muy alejada de la verdadera realidad.
"Más de la mitad de los escolares de secundaria, un 54,6%, admite haber probado ya los cigarrillos electrónicos. De seguir este ritmo, se convertirá en un producto de gran consumo entre los menores. En sólo un año se ha incrementado su presencia un 23%", explicaba el Dr. Bartomeu Massuti en un acto de concienciación contra el tabaco realizado por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP).
El motivo por el que este dato que preocupa por partida doble a los especialistas es porque además de no ser un producto benigno para la salud de sus consumidores -sus efectos para la salud comenzarán a verse dentro de 15-20 años- es que "estos dispositivos son la puerta de entrada a los productos tradicionales de tabaco", añadía el oncólogo.
Esto significa que " la industria está gestando una nueva generación adicta con estos nuevos productos más atractivos", pero de forma silenciosa y camuflada, ya que los jóvenes consumidores tienen una falsa sensación de seguridad e inocuidad al fumar vaper, si se compara con el hábito de fumar tabaco tradicional.
Las cifras reflejan que la adicción al tabaco se consolida con la edad y antes de los 18 años, un dato que preocupa aún más a los profesionales. El 13,8% de los estudiantes de 14 años ya tiene consolidada una adicción al tabaco tradicional, cifra que asciende al 36,2% entre los de 17 años y que llega al valor del 40,8% de prevalencia en los estudiantes de 18 años. “Se comprueba que el tabaco logra ‘enganchar’ y elevar el número de consumidores en este periodo", evidencia la especialista en cáncer de pulmón en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, Virginia Calvo.
En contextos generales, en cuestión de siete años el consumo de los cigarrillos electrónicos se ha duplicado, según la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España -EDADES- a la población de entre 15 y 64 años, realizada por el Ministerio de Sanidad. Aunque los últimos datos son del 2022, se aprecia una tendencia a la alza clara en los últimos años.
A diferencia de lo que sucede entre los menores, a medida que aumenta la edad del individuo el motivo principal por el que fuman cigarrillos electrónicos es para reducir el consumo de tabaco o incluso para dejar de fumar. Sin embargo, esto no siempre se consigue e incluso muchos de los que apuestan por esta forma de dejar el tabaco acaban consumiendo ambos productos de forma dual.
Respecto a si la población general fuma cigarrillos electrónicos con o sin nicotina, la gran parte se decanta por los que sí la contienen -75,5%- frente a los 28,5% que no.