La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo deja dos muertes este año: la garrapata responsable es la más común en España
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Estas garrapatas no siempre transmiten la enfermedad
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Importante revisarse tras las salidas al campo
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Enfermedad de Lyme: otra enfermedad causada por la picadura de una garrapata
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo ya ha dejado dos muertes en lo que va de año, ambos hombres mayores de 70 años contagiados por la picadura de una garrapata en el medio rural. Según el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Félix Valcarcel -experto en este tipo de parásitos-, la garrapata que ha causado la última muerte es la más común y extendida en España.
El investigador en parasitología y control de garrapatas del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) del CSIC, ha explicado a EFE que aunque se trata de una garrapata muy común en España, no es frecuente que transmitan esa enfermedad y ha insistido en la importancia de revisarse tras las salidas al campo y de desprenderse de estos parásitos con rapidez.
La última muerte ha sido de un hombre de 74 años que había sido ingresado en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital público La Paz-Carlos III tras sufrir la picadura de una garrapata en Buenasbodas (Toledo), una zona cercana a Extremadura. La otra se confirmó el pasado 1 de mayo en un hombre de 80 años, residente en Salamanca, que había practicado senderismo los días previos en la zona fronteriza con Portugal, donde fue mordido por una garrapata del género "Hyalomma marginatum". Desde 2016, en España se han confirmado un total de 15 casos de fiebre hemorrágica Crimea-Congo, de los que han fallecido seis.
Perfil con mayor riesgo: persona mayor con otras patologías
Félix Valcarcel ha explicado que son parásitos que suelen preferir animales silvestres antes que las mascotas, y que suelen morir cuando entran en contacto con animales domésticos como los perros cuando están convenientemente protegidos con collares o pipetas antiparasitarias.
El virus que transmite la enfermedad puede llegar a tener una tasa de mortalidad muy elevada, aunque también puede a llegar a pasar desapercibido, ha explicado el investigador, que ha precisado que puede ser determinante que la persona que ha sufrido la picadura y el contagio padezca una bajada de las defensas u otras enfermedades paralelas que agravan las consecuencias.
"La garrapata es el vector que puede transmitir la enfermedad, pero no siempre", ha aseverado el investigador del INIA, y ha explicado que la picadura de la garrapata es la principal vía de transmisión de la enfermedad, y ha observado que los pocos casos que se han detectado en España hasta ahora de la enfermedad corresponden a personas mayores y con otras patologías.
A su juicio, este ha sido "un caso de azar", ya que aunque ese tipo de garrapata está muy extendida por España, tiene que darse el caso de que el parásito sea portador del virus y que la persona que sufre la picadura sea además un "hospedador receptivo" y tenga un sistema inmunológico debilitado.
El riesgo aumenta cuando están más de 24 horas en la piel
Valcarcel ha incidido en la importancia de revisarse tras las salidas al campo y de desprenderse de los parásitos con rapidez, y ha advertido de que los riesgos se multiplican cuando la garrapata permanece "agarrada" al cuerpo más de 24 o 48 horas.
"Si te la quitas el mismo día no debería pasar nada", ha señalado el científico, y ha añadido que el reciente fallecimiento que se ha registrado no debe ser un motivo "de alarma" aunque sí de preocupación para adoptar medidas de protección y de autoprotección.
Y ha detallado que estas, y otras garrapatas también comunes en España, transmiten a las personas otras enfermedades que son más frecuentes, aunque no tan graves como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, y que no suelen desatar tanta alarma como la que ha generado este caso.