Ana Peleteiro se ha visto obligada a pasar por quirófano, concretamente para someterse a una cirugía de nariz, por unos problemas de salud que arrastraba desde hace tiempo. Pese a lo que algunos podrían pensar, la atleta ha recalcado que no se ha hecho ningún retoque estético sino que se ha operado por unas afecciones en sus fosas nasales, concretamente de cornetes y pólipos, que le impedían respirar por la nariz, oler e incluso le hacían caer enferma muy a menudo de rinitis y sinusitis.
La propia Peleteiro ha contado a sus seguidores que se encuentra bien, aunque va a estar una semana un poco molesta porque está muy congestionada, un efecto secundario "normal tras una operación como esta", y tiene que evitar que le dé el sol, teniendo en cuenta que tiene una hemorragia interna. "Esperemos que dentro de dos semana pueda respirar como si fuese un bebé y haber recuperado un poquito esa calidad de vida que tenía yo antes de empezar con todos estos problemas", ansía la también influencer. En parte, su buena apariencia, pese a que hace menos de 48 horas que se operó, se debe a que está bajo tratamiento farmacológico y le evita estar dolorida.
Durante el último el año, tanto la afección de sus cornetes como los pólipos han afectado a la calidad de vida de la atleta. Los cornetes nasales son unas estructuras que se sitúan en las paredes internas de la nariz formadas por hueso y mucosa nasal que se encargan de humidificar, filtrar y calentar el aire que entra por la nariz para que llegue en las mejores condiciones a los pulmones.
El problema aparece cuando estas estructuras se inflaman bloqueando el flujo del aire. Alergia, infecciones frecuentes, rinitis crónica, tabique desviado... son algunas de las causas que inflaman los cornetes provocando fatiga, ronquidos, congestión nasal, dificultad para respirar, entre otros.
Para desbloquear la entrada de aire, el paciente tiene que pasar por quirófano, como le ha sucedido a la atleta, para someterse a algunas de las tres cirugías posibles: turbinectomía -extirpación total o parcial de los cornetes nasales-, turbinoplastia -reducción el tamaño de los cornetes sin extirparlos- o ablación con radiofrecuencia o láser -reducción el tamaño de los cornetes mediante luz de láser o radioenergía-, explican en Medline Plus.
Por otro lado, los pólipos "son unas formaciones blanquecinas que aparecen en el interior de las fosas nasales o de los senos paranasales y que son debidos a un proceso inflamatorio de la mucosa", detallan en la Clínica Universidad de Navarra, cuyos síntomas son similares a los de los cornetes inflamados: alteración del olfato, ronquidos, cefaleas, sequedad de la boca, voz nasal, aumento de la mucosidad nasal y dificultad para respirar.
Las afecciones recién mencionadas le provocaban a Peleteiro cada dos por tres enfermedades como rinitis y sinusitis. ¿Qué son y cuáles son los síntomas principales? La rinitis consiste en una "inflamación e hinchazón de la membrana mucosa de la nariz", mientras que la sinusitis es una "inflamación de los senos paranasales", según detalla el Manual MSD.
Secreción nasal de pus verde o amarillo, dolor de cabeza, presión y dolor en la cara, congestión y obstrucción nasal, dolor al tacto, disminución del olfato, mal aliento y tos nocturna son los síntomas habituales de la sinusitis; mientras que la rinitis, pese a que puede ser alérgica o no alérgica, los signos comunes son: secreción nasal, estornudos y nariz tapada.