Fiebre en redes por las recetas hipercalóricas: cómo influye a los consumidores este contenido
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La exposición constante a este tipo de contenido influye a nivel mental
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"Puede distorsionar la percepción de una dieta equilibrada"
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Bollería industrial: el cómodo y rápido desayuno que a largo plazo pasa factura
Las redes sociales están cambiando la forma en la que la población se informa, se entretiene, coge ideas, prepara planes... En cuanto a la alimentación estas también han empezado a jugar un gran papel, sin ir más lejos, antes de su aparición, las recetas de comidas se consultaban en libros específicos o bien preguntando a familiares y amigos. A día de hoy, hay muchas cuentas centradas en preparar comidas y explicar todo el procedimiento de elaboración.
La pregunta que probablemente te estés haciendo es ¿qué hay de malo en todo esto? A pesar de que hay perfiles, sobre todo de Instagram y TikTok, que guían a sus usuarios a comer sano y variado, hay otros cuyas recetas son hipercalóricas y nada saludables, pero que atrapan al usuario por su apetecible aspecto. El problema viene cuando no las diferencias, y peor aún, cuando empiezas a normalizar que las recetas hipercalóricas pueden formar parte de tu día a día, sin tener en cuenta tus necesidades calóricas diarias.
El impacto de la exposición constante a estas recetas
El hecho de exponerse repetidamente a este tipo de recetas hipercalóricas "puede tener efectos en la forma en que las personas perciben la comida y sus hábitos alimenticios", asegura la neuropsicóloga clínica, Alba García, a ElDesmarque.
Normalización de hábitos alimenticios poco saludables
Consumir de forma continuada vídeos en los que aparecen personas consumiendo grandes cantidades de alimentos ricos en calorías "puede distorsionar la percepción de una dieta equilibrada. Esta sobreexposición podría hacer que se minimice la importancia de una alimentación balanceada y moderada", asegura la profesional.
Relación conflictiva con la comida
En algunos casos, "las personas pueden sentir una presión por imitar estos comportamientos, lo que lleva a comer de manera descontrolada y luego a sentimientos de culpa o arrepentimiento", añade la misma.
Riesgo de trastornos de la conducta alimentaria
Por último, puntualiza que "no todas las personas que consumen este contenido desarrollarán un trastorno alimentario", pero "aquellos que ya tienen predisposición o una relación delicada con la comida podrían verse más afectados".
Los trastornos por atracón -binge eating- o la ortorexia -obsesión por una alimentación saludable- "podrían agravarse o surgir debido a la influencia de este tipo de publicaciones", concluye la neuropsicóloga.
¿Cuántas calorías debe consumir una persona al día?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece "un aporte calórico para el adulto sano de de 2000 a 2500 kcal/día para el hombre y de 1500 a 2000 kcal/día para la mujer".
Tomando distancias y teniendo en cuenta que el número de calorías que necesita consumir una persona al día depende de muchos factores como por ejemplo su condición física y su actividad, el Manual MSD concreta un poco más que la OMS y establece una serie de parámetros en función de la edad, el sexo y de si se es una persona activa o sedentaria.
- Niños entre 2 y 6 años: entre 1.000-1.400 los sedentarios y entre 1.000-1.8000 los activos
- Niñas entre 2 y 6 años: entre 1.000-1.200 las sedentarias y entre 1.000-1.600 las activas
- Niños y adolescentes entre 7 y 18 años: entre 1.400-2.400 los sedentarios y entre 1.600-3.200 los activos
- Niñas y adolescentes entre 7 y 18 años: entre 1.200-1.800 las sedentarias y entre 1.600-2.400 los activas
- Hombres adultos hasta los 60 años: entre 2.200-2.600 los sedentarios y entre 2.400-3.000 los activos
- Mujeres adultas hasta los 60 años: entre 1.600-2.000 las sedentarias y entre 1.800-2.400 las activas
- Hombres a partir de 61 años: 2.000 los sedentarios y entre 2.200-2.600 los activos
- Mujeres a partir de 61 años: 1.600 las sedentarias y entre 1.800-2.000 las activas
"Hasta los 20 años de edad, el número de calorías necesarias aumenta a medida que la persona se hace mayor. A partir de los 20 años, el número de calorías necesarias empieza a reducirse", referencia el manual y añade que "cuanto más activa es una persona, mayor número de calorías necesita".