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Nuevos hallazgos en la investigación del párkinson: identifican marcadores que anticipan el deterioro cognitivo

Joven agarrando las manos de una persona de edad avanzada (Foto: Freepik)

El párkinson es una enfermedad neurológica, crónica y progresiva que padecen más de 7 millones de personas en todo el mundo, y concretamente en España la sufren más de 150.000. Además, en el país se diagnostican cada año unos 10.000 casos nuevos de esta patología, una cifra infradiagnosticada teniendo en cuenta que un tercio de estos está aún sin diagnosticar. Estos son algunos de los datos que la Sociedad Española de Neurología (SEN) refleja sobre esta enfermedad.

Pese a que la prevalencia del párkinson se ha duplicado en los últimos 25 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), motivo por el que también se ha duplicado la pérdida de años de vida ajustados por discapacidad, un reciente estudio trae buenas noticias. El Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) ha identificado nuevos marcadores de disfunción cerebral que son claves para anticipar la evolución cognitiva de personas con enfermedad de Parkinson.

La investigación, publicada en la revista científica Annals of Neurology, pone de relieve que las alteraciones cerebrales relacionadas con las formas más agresivas de deterioro cognitivo en párkinson ya se pueden detectar años antes de que el trastorno cognitivo se manifieste, ha informado Sant Pau.

A diferencia de lo que ocurre en otras enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, en el párkinson no todas las personas van a tener un deterioro cognitivo o una demencia, y resulta muy difícil anticipar qué paciente sí la va a desarrollar.

Cuatro años de investigación

En este estudio, que recibe financiación de la Fundación la Marató de TV3 y lo lidera el Dr. Javier Pagonabarraga, el equipo de investigadores siguió durante cuatro años a pacientes con un reciente diagnóstico de enfermedad de Parkinson y sin problemas cognitivos.

Inicialmente, recopilaron datos de la actividad cerebral mediante electroencefalograma (EEG) e imágenes cerebrales de resonancia magnética (RM), al mismo tiempo que midieron los niveles de un marcador en sangre relacionado con el daño neuronal conocido como neurofilamento de cadena ligera (NfL). Además, cada año se les hizo una extensa batería de exploración neuropsicológica para evaluar su estado cognitivo.

Principales hallazgos del estudio del párkinson

El seguimiento demostró que existen dos grandes grupos de pacientes: uno no muestra un empeoramiento cognitivo marcado durante los primeros cuatro años y el otro grupo empeora dramáticamente a partir del segundo año.

Los investigadores no identificaron que las medidas de RM, niveles de NfL o rendimiento cognitivo durante la primera visita detectaran diferencias entre estos dos grandes grupos.

Por el contrario, los análisis de la actividad cerebral obtenida con EEG demostraron que los casos que dos años más tarde experimentarían un claro deterioro cognitivo ya presentaban durante la primera visita una marcada ralentización de la actividad cerebral en zonas de los lóbulos temporales, parietales y frontales del cerebro.

Estos marcadores abren nuevos horizontes para la detección precoz de los casos que desarrollarán demencia asociada al párkinson, lo que podría ser útil a la hora de evaluar con anticipación los tratamientos dirigidos a minimizar el riesgo de desarrollar un trastorno cognitivo.

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