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Así cambia el cuerpo de un culturista usando química durante 100 días: “Son muchos problemas a la larga”

Cuerpos de dos deportistas tras 100 días de entrenamiento, uno natural y otro con química (Foto: @antoniomasmas)
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

Uno de los principales motivos por los que una parte de la población abandona el gimnasio es porque los cambios físicos tardan meses en llegar. Esto no quiere decir que al mes o a los dos meses no se haya mejorado, pero frente al espejo puede que estas mejoras apenas se perciban. Sin embargo, ¿qué sucede si usas química? ¿Los cambios físicos se notan antes?

Este ha sido el objetivo de un experimento el cual ha analizado el streamer Antonio Mas Mas en su canal. El estudio en cuestión ha consistido en analizar los cambios físicos de dos hombres tras 100 días de entrenamiento de fuerza, pero con un matiz, uno de ellos de forma natural y el otro bajo los efectos de la química.

Cabe destacar que ambos participantes no partían de la misma base, es decir, además de que genéticamente no eran iguales, el porcentaje de grasa, la masa muscular y el peso en general no eran parecidos. No obstante, esta prueba puede mostrar una idea de lo que hacen los anabolizantes en el cuerpo.

Diferencias durante los 100 días de entrenamiento

El voluntario natural partía de 67 kilos y un 13,6% de grasa corporal, mientras que el de la química pesaba 83 kilos y un 19% de grasa corporal. Esto significa que el objetivo del primero estaba en ganar peso para poder aumentar el volumen de sus músculos, por lo que ingería unos 3.000 calorías diarias; el problema que este era una persona muy activa, cuestión que dificultaba el hecho de ganar peso.

Los días y la duración del entrenamiento fueron unas de las principales diferencias que se evidenciaron durante esos cien días. Mientras que el que consumía química podía entrenar de lunes a viernes dos horas diarias, el natural tan solo entrenaba lunes, marte, jueves y viernes una hora diaria. "Uno de los efectos de la química es que al final te recuperas antes, es decir, en 24-48 horas te has recuperado por lo que puedes entrenar más veces", ha argumentado Antonio, cuestión que él sabe de primer mano porque en el pasado consumió este tipo de sustancias.

Principales cambios físicos pasados los 100 días

Cuando pasaron los 100 días, ambos cuerpos fueron analizados y medidos meticulosamente, aunque ya a simple vista se podían ver algunas diferencias notables. El natural pasó de estar en 13,6% de grasa corporal a 13,5%, una diferencia que a priori puede parecer escasa, pero que hay que tener en cuenta que aumentó de peso a los 69,8 kilos -antes 67- lo que significa que "ha ganado dos kilos y pico de músculo puro que es mucho", ha asegurado el streamer.

Cuerpo de deportistas tras entrenar 100 días (Foto: @antoniomasmas)

Por otro lado, el que estuvo 100 días con química, a pesar de no determinar qué, cuánto y cómo la tomaba, pasó de un 19% de grasa corporal a un 7% perdiendo cuatro kilos y medio de peso y ganando casi seis de masa muscular. Una auténtica barbaridad, asegura el creador de contenido.

Deportista 100 días después de usar química (Foto: @antoniomasmas)

Aunque lo parece, la química no es la opción correcta

Tras ver este experimento, cualquier persona que desconozca lo que esconde la química, especialmente lo más jóvenes, podría pensar que la mejor opción es consumir anabolizantes y otras sustancias para conseguir mejores resultados y de forma más rápida, sin embargo, es todo lo contrario.

"La química es innegable que te da resultados, en cuanto a rendimiento, grasa corporal y músculo, pero es verdad que también te da muchos problemas [...] si veis esto no penséis que esto es la clave del éxito", matiza Antonio, al mismo tiempo que compara los efectos de la química con el aspecto de un cochazo por fuera, pero de un coche antiquísimo por dentro.

Cuando consumes química, "los riesgos de que te pase cualquier cosa se multiplican", tanto a nivel de lesiones porque aumenta el riesgo de rotura tendinosa y muscular; problemas a nivel hepático, renal o cardiovascular, a veces, con daños irreversibles; y a nivel hormonal "te puede destruir para siempre y que dependas de estar en terapia de testosterona toda la vida".

Además de esto añade el encogimiento de los testículos durante los ciclos, el aumento del acné, piel grasa, problemas de erección, aceleración de la calvicie, posible ginecomastia (aumento de la cantidad de tejido de las glándulas mamarias en niños y hombres) -como le sucede al chico del experimento, cambios de humor, colesterol malo alto, número de glóbulos rojos disparados, irascibilidad... junto con la actitud depresiva cuando se termina el ciclo.

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