Va a hacer una semana desde que la DANA arrasó numerosos municipios valencianos, sin embargo, una gran parte del agua sigue estancada y comienza a estar contaminada, aumentando el riesgo de contraer infecciones si los afectados y voluntarios no toman las medidas necesarias en las tareas de limpieza y desescombro.
Aunque las autoridades sanitarias han asegurado que, por el momento, el riesgo es “relativamente bajo”, este va a incrementarse con el paso de las horas y de los días. Ante esta situación, se ha puesto en marcha un grupo sanitario de respuesta inmediata para evitar, entre otros, riesgos epidemiológicos a consecuencia de los estragos de la DANA en la Comunidad Valenciana.
Dicho grupo de trabajo técnico se ha activado tras una reunión por videoconferencia entre el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, la ministra Mónica García y miembros de varios equipos, para trabajar de manera coordinada y consensuada.
Este será coordinado por la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana junto con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES) que se reunirán diariamente mientras las circunstancias lo requieran. Además está formado por la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, la Agencia Española del Medicamento y el Instituto Carlos III.
La asistencia en urgencias hospitalarias se está prestando con normalidad y en aquellos municipios donde se han visto afectados los centros sanitarios se han activado puntos extraordinarios de atención sanitaria en colaboración con las administraciones locales.
Asimismo, la ministra de Sanidad señala que la Generalitat valenciana ha asegurado que “cuenta con capacidad suficiente para prestar asistencia sanitaria con medios propios y que la atención en urgencias hospitalarias se realiza con normalidad”.
El conseller de Sanidad ha informado a la ministra de las recomendaciones que en materia de Salud Pública se han trasladado a los municipios afectados por las inundaciones provocadas por la DANA.
Este es uno de los cinco grupos de respuesta inmediata ante la crisis de la DANA para dar respuestas sanitarias, de infraestructuras, de servicios sociales y vivienda, de empleo y de seguridad que ha puesto en marcha la Generalitat valenciana en colaboración con el Gobierno de España, de forma que el Ministerio permanece pendiente de “cualquier necesidad para movilizar profesionales, medicamentos y material sanitario”.
Tal y como ha explicado Mónica García, hay cinco grupos coordinados para la protección de la salud pública, cuyas funciones son las siguientes:
Aún queda mucha agua estancada, y no solo en la calle, sino también en garajes, en bajos de viviendas, locales comerciales… que puede contener productos potencialmente tóxicos, tales como químicos, aceites, combustibles, derivados de la industria y de explotaciones agropecuarias y también derivados de aguas residuales domesticas o urbanas y productos orgánicos de la descomposición de alimentos, animales y personas fallecidas.
También puede haber cables, cristales y restos metálicos por el suelo que pueden causar daños a las personas que se encuentren limpiando alguna de estas zonas. Por otro lado, el agua estancada es un ecosistema que atrae a la proliferación de vectores como mosquitos, cucarachas y garrapatas, junto con las enfermedades que estos pueden transmitir.
Teniendo en cuenta la presencia de posibles bacterias, virus, hongos o parásitos, es posible que algunas personas se vean afectadas por infecciones gastrointestinales y respiratorias. Por tanto, no es descabellado, que puedan aparecer infecciones por campylobacter, la shigela, la salmonelosis o, incluso, la leptospirosis o la hepatitis A, ha asegurado a EFE Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca.
En cuanto al tétanos, es menos probable que esto aparezca cuando se produce una herida durante la limpieza del barro porque España es un país con campañas de vacunación. No obstante, todas esas personas que sufran heridas deben estar pendientes por si en los próximos días les aparecen abscesos o forúnculos que pueden ser debidos a infecciones bacterianas, también normalmente por estreptococos o estafilococos.