Ante la falta de profesionales, han sido muchos los españoles que, sin dudarlo, se han desplazado a los municipios afectados por la DANA, principalmente valencianos, para colaborar junto con los afectados en las tareas de limpieza y desescombro que se están llevando a cabo.
Aunque a priori, la idea es buena, hay que tener en cuenta que el agua lleva estancada varios días y una gran parte de ella está contaminada con cuerpos de animales y de personas, así como de heces y orines por la falta de medios y recursos. Esta realidad hace que puedan aparecer infecciones gastrointestinales y respiratorias por la presencia de bacterias como virus, hongos o parásitos.
Pese a que, por el momento, el riesgo de infección es “relativamente bajo” va a ir aumentando con el paso de las horas y los días por lo que es necesario que tanto los afectados, como los voluntarios y los servicios de emergencia, adopten medidas de prevención durante la limpieza de los lodos.
El experto en primeros auxilios, Miguel Assal, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) o la dirección general de Salud Pública de la Generalitat Valencia son algunos de los que han evidenciado este problema colateral y han dado una serie de recomendaciones para reducir este riesgo.
Aunque todo el mundo se está volcando para ayudar a paliar los efectos devastadores de la DANA, no toda la población debe colaborar en las tareas de limpieza y desescombro de las calles, especialmente los niños, las mujeres embarazadas, las personas con problemas respiratorios -como asma- y aquellos con el sistema inmunitario debilitado deben abstenerse de hacerlo.
No obstante, esto no significa que no puedan colaborar, sino que deben hacerlo de otra forma, como por ejemplo, donando productos de limpieza, comida no perecedera, productos para la higiene femenina... en los puntos de recogida establecidos en la mayoría de los municipios de España.
Aquellos que se encuentran achicando agua, limpiando calles o quitando escombros deben hacerlo con la indumentaria que establecen las recomendaciones sanitarias:
Ante una catástrofe natural de tal magnitud, lo primero que deja de funcionar es el agua potable por lo que las autoridades sanitarias recomiendan beber solamente agua embotellada.
Respecto a los alimentos, tampoco se deben consumir aquellos que hayan estado en contacto con el agua estancada y contaminada, exceptuando las latas y envases impermeables, que se deberán secar durante al menos una hora antes de abrirlos o guardarlos.
Además de ir vestido correctamente e ingerir productos no contaminados, las recomendaciones sanitarias se centran en cómo actuar para no poner en riesgo la seguridad de la población, de forma que aconsejan: