El pasado viernes, la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad Valenciana informó de dos posibles casos de leptospira, bacteria que provoca la enfermedad infecciosa de leptospirosis. Hasta el momento aún no han confirmado los resultados analíticos, pero la propia dirección aseguró que ambas personas presentaban una buena evolución clínica, a pesar de que una de ellas estaba ingresada en un centro hospitalario.
Se trata de dos personas que voluntariamente estaban realizando tareas de limpieza y desescombro en dos municipios afectados por la DANA, y puede que no sean las únicas que lo padezcan -en caso de que se confirme los casos- ya que dicha bacteria aparece en aguas dulces contaminadas y estancadas después de inundaciones y lluvias fuertes.
Debido a que estas bacterias pueden entrar en el organismo a través de lesiones cutáneas o mucosas, las autoridades sanitarias matizan la importancia de que, tanto los residentes de las zonas afectadas por la DANA como los voluntarios que se han desplazado hasta allí para participar en las labores de limpieza y rescate, sigan las medidas de seguridad para evitar contraer enfermedades infecciosas.
Debido a este riesgo, la Conselleria de Sanidad considera fundamental que las personas que están, o han estado, en las zonas afectadas por la DANA presten atención a su sintomatología para poder atacar a tiempo el contagio, en caso de que se produzca.
Aunque la leptospirosis puede causar síntomas muy variados, e incluso pasar desapercibida, en el 90% de los casos suele ser similar a un síndrome febril inespecífico. El Hospital Clínic de Barcelona enumera los siguientes signos de alarma:
En los casos más graves, aquellos que se encuentran en la segunda fase de la enfermedad, se puede producir afectación hepática, renal, neurológica -meningitis- o pulmonar, coloración amarillenta de la piel o las mucosas, así como hemorragias y fallo de múltiples órganos y, en el peor de los casos, hasta la muerte.
— GVA Sanitat (@GVAsanitat) November 11, 2024
Además del uso de mascarillas, guantas, gafas de protección y ropa y calzado adecuado, recuerdan lavarse muy bien las manos con agua y jabón, no consumir alimentos en contacto con suelos inundados, abrir ventanas y puertas para ventilar, retirar todos los utensilios bañados, agua estancada, lodo y barro, limpiar las paredes y suelos y desinfectar con lejía.
Asimismo, en el caso de encontrar cadáveres de animales deben manipularse lo menos posible, ya que sus orines y fluidos corporales son foco de contagio.
Aunque los síntomas alertan de un posible caso de leptospirosis, el diagnóstico se confirma con una PCR que mide la bacteria en sangre durante la primera semana, un cultivo de orina si se encuentra en la segunda semana y medición de anticuerpos si ya pasa la segunda semana, aunque estos últimos resultados no suelen ser definitivos.
El tratamiento de la enfermedad suele ser a base de antibióticos, aunque en muchos casos no llega a ser necesario ya que se cura de forma espontánea, acompañado de una buena hidratación y control hospitalario.
Para bajar la fiebre el Clínic recomienda tomar paracetamol, "no tomar aspirina y evitar, en la medida de lo posible, la toma de antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno".