Hace dos semanas, los San Antonio Spurs recibían una dura noticia sobre el estado de su salud de su entrenador, y es que el pasado 2 de noviembre, antes de un partido contra los Minnesota Timberwolves, Gregg Popovich sufrió un "leve derrame cerebral". Hasta el momento el club no había detallado lo sucedido, pero este miércoles ha publicado un comunicado oficial en el que explica la situación actual del técnico.
Al tratarse de una afección tan delicada, el equipo no ha querido dar una fecha de vuelta a las canchas, sino que simplemente ha informado que se encuentra en un programa de rehabilitación con el que "se espera que logre una recuperación completa".
Seguro que en más de una ocasión habrás oído el término 'derrame cerebral', pero es probable que no sepas en qué consiste realmente dicha afección o la confundas con otra patología. De forma breve y concisa el derrame cerebral es un tipo de ictus.
Se trata de una situación en la que "el cerebro no recibe oxígeno debido a la interrupción del flujo de la sangre", detalla el medio especializado 'Centro Médico ABC'. Cuando esto ocurre "las células cerebrales comienzan a morir en cuestión de segundos", motivo por el cual el tiempo de actuación es crucial para evitar complicaciones de gravedad, e incluso, la muerte.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) matiza que uno de los principales problemas que existen alrededor de dicha enfermedad es que se la conozca con tantos nombres diferentes -accidente cerebrovascular, infarto cerebral, derrame cerebral, apoplejía…- ya que, aunque estos términos presentan matices diferentes, no influyen en el protocolo de actuación que se debe lleva a cabo cuando una persona manifiesta los signos de alarma.
Por este motivo, "se está intentando que cada vez sea más común la utilización de un único término, en este caso ‘ictus’, para designar la interrupción de la circulación sanguínea al cerebro, bien por un trombo o bien por un derrame", matiza la SEN.
Independientemente de que se trate de una u otra de las afecciones recién mencionadas, los síntomas son los mismos, por lo que se deben tener interiorizados para actuar a tiempo, teniendo en cuenta que se producen de forma brusca e inesperada. Las manifestaciones son las siguientes:
Como ya hemos dicho, el derrame cerebral tiene un matiz que lo diferencia y es que este término explica el motivo por el que se produce el ictus; por un lado el infarto se identifica con el ictus isquémico, mientras que el derrame hace referencia a un ictus hemorrágico. ¿Cuál es la diferencia?
El infarto se produce "cuando la estructura pierde la irrigación sanguínea debido a la interrupción súbita e inmediata del flujo sanguíneo", detalla el Instituto Europeo; en otras palabras, se trata de un taponamiento de una arteria que impide que llega la sangre al cerebro.
Sin embargo, el derrame consiste en una rotura de un vaso cerebral que provoca una hemorragia en la zona y esta a su vez condiciona una lesión o compresión cerebral.