Una gran cantidad de mujeres no concibe la regla sin padecer dolor menstrual, entendido como calambres en el útero, dolor o cólicos constantes en el bajo vientre, la zona lumbar y las piernas. De estas, un 19,5% asegura que estos dolores son muy fuertes, un porcentaje que se eleva al 26% en la franja entre los 15 y los 24 años, según la última encuesta realizada por la Asociación Española de Contracepción.
Para contrarrestar estos dolores, un 46,3% toma medicación, habitualmente analgésicos con o sin receta; este porcentaje aumenta al "63,3% entre las menores de edad, y va descendiendo hasta llegar al 31,5% entre las de 45 a 49 años". Otras en su lugar, lo reducen con el uso de anticonceptivos (8,9%).
Teniendo en cuenta que no todas las mujeres que padecen dolores menstruales pueden tomar este tipo de fármacos, hay estudios que centran sus esfuerzos en tratamientos alternativos para tratar el dolor menstrual y uno de ellos es el uso del TENS.
Se trata de un pequeño dispositivo portátil, muy utilizado por los fisioterapeutas, formado por electrodos que se pegan en la piel en las zonas afectadas por el dolor. El aparato al que están conectados los electrodos envía pequeñas descargas eléctricas al área afectada, a través de la piel, produciendo una sensación de hormigueo. Tanto la intensidad como la frecuencia de las descargas es variable, en función del resultado que se quiera conseguir.
Hasta el momento se sabe que este aparato "no detiene los calambres ni el dolor, pero se cree que la corriente bloquea las señales de dolor de los nervios al cerebro", reduciendo esta sensación, detalla la red científica internacional 'Cochrane'. Además, "podría ayudar al organismo a producir endorfinas, que son el analgésico natural del cuerpo".
Dicha organización es la que ha investigado si este dispositivo "puede aliviar el dolor menstrual sin causar efectos no deseados". El estudio está centrando en "los efectos del TENS en mujeres cuyo dolor estuviera causado por el periodo, no por otras afecciones. Se quiso saber si el TENS de alta frecuencia era más eficaz que el TENS de baja frecuencia, y si el TENS era más eficaz que el placebo o ningún tratamiento, u otros tratamientos para el dolor menstrual".
Teniendo en cuenta que se encontraron pocas investigaciones al respecto, las cuales incluían a un número reducido de mujeres, la confianza en la evidencia científica de que el TENS alivia el dolor menstrual va de baja a muy baja. No obstante, las conclusiones fueron las siguientes: