Un estudio asocia la contaminación atmosférica a una mayor duración de los síntomas del coronavirus persistente
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Se sabe que la contaminación está relacionada con un mayor riesgo de enfermar por covid-19
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Una de cada cuatro personas que lo contrajeron experimentaron síntomas durante tres meses o más
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Cuando aumenta la contaminación del aire, se prescriben más antibióticos
Pese a que han pasado más de cuatro años desde que el coronavirus paralizó nuestras vidas, todavía son muchas las incógnitas que rodean a esta enfermedad y la covid persistente es una de ellas. Aunque se desconoce la cifra exacta y los factores de riesgo que lo provocan, teniendo en cuenta que incluso las personas con síntomas leves o asintomáticos durante la infección aguda pueden desarrollarla, se estima que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Hasta el momento se entiende como una enfermedad heterogénea en la que los síntomas, como la fatiga, la dificultad para respirar y los problemas cognitivos, permanecen durante meses tras una infección por covid-19 y no pueden explicarse por otros diagnósticos.
En relación a esta cuestión, un último estudio ha concluido que la exposición a contaminantes atmosféricos se asocia con una mayor duración de síntomas de la covid persistente, en parte, debido a su impacto en la gravedad de la infección aguda.
El impacto del medio ambiente en la covid persistente
La investigación, liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) -centro impulsado por la Fundación "la Caixa"- en colaboración con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), se ha publicado recientemente en la revista científica 'Environmental Health Perspectives'.
"Se conoce que la contaminación atmosférica está relacionada con un mayor riesgo de enfermar gravemente por covid-19 y con una menor respuesta a la vacuna, pero hay muy pocos estudios sobre el efecto del medio ambiente en la covid persistente", ha explicado Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal.
En este estudio, Kogevinas y sus colegas investigaron si la contaminación atmosférica y otras exposiciones ambientales, como el ruido, la luz artificial nocturna y los espacios verdes estaban asociadas con el riesgo o la duración de la enfermedad.
Uno de cada cuatro tuvieron síntomas durante tres meses
Para demostrarlo, siguieron a más de 2.800 adultos de entre 40 y 65 años que vivían en Cataluña y que completaron tres cuestionarios en línea (2020, 2021 y 2023) durante la pandemia. Las encuestas recogieron información sobre infecciones por covid-19, estado de vacunación, estado de salud y datos sociodemográficos.
Asimismo, el equipo investigador calculó la exposición residencial al ruido, las partículas, el ozono, el dióxido de nitrógeno, los espacios verdes y la luz artificial nocturna para cada participante.
El análisis mostró que una de cada cuatro personas que contrajeron covid-19 experimentaron síntomas persistentes durante tres meses o más, y un 5% experimentó síntomas que duraron dos años o más.
Las mujeres, las personas con niveles educativos más bajos, aquellas con condiciones crónicas previas y quienes tuvieron una covid-19 grave presentaron mayor riesgo de desarrollar covid persistente.
La vacunación, por otro lado, tuvo un impacto positivo: solo el 15% de los participantes vacunados tuvieron covid persistente, en comparación con el 46% de los no vacunados.
No es una causa directa, pero sí influye
Por otra parte, la exposición a partículas en el aire se asoció con un ligero aumento del riesgo de covid persistente de larga duración, es decir, personas que dijeron tener covid persistente en 2021 y cuyos síntomas seguían presentes la última semana antes de la entrevista de 2023.
El riesgo de covid persistente de larga duración aumentó de forma lineal con mayores niveles de exposición a las partículas en suspensión, mientras que factores como la proximidad a espacios verdes o el ruido del tráfico apenas influyeron en la duración de la covid persistente.
El equipo investigador señala que, si bien es posible que la contaminación atmosférica no sea una causa directa de la covid persistente, sí podría aumentar la gravedad de la infección inicial, lo que, a su vez, eleva el riesgo de covid prolongada.
Los autores del estudio han destacado que se necesitan más investigaciones para desglosar los distintos tipos de síntomas persistentes y obtener una imagen más detallada de cómo pueden influir los factores ambientales. "Este tipo de estudios es especialmente relevante a medida que más personas siguen recuperándose de la covid-19 y lidiando con sus posibles efectos a largo plazo", ha concluido Kogevinas.