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Los pros y los contras de que los pacientes con TCA practiquen ejercicio físico

Chica joven con una mano tapándose la tripa y con la otra sosteniendo una comba (Foto: Freepik)
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

A los 10 años, la imagen corporal empieza a construirse, y a los 13 comienza una etapa en la que "encajar" en la sociedad se considera algo fundamental para evitar ser motivo de insultos y opiniones de terceros; etapa que puede extenderse hasta los 18 años o más. Es entonces cuando los Trastornos de la Conducta Alimentaria, más conocidos como TCA, suelen aparecer.

Además del factor de riesgo de la propia adolescencia, la pandemia y las redes sociales han hecho un flaco favor a este tipo de problemas mentales, los cuales son los que mayor mortalidad presentan.

Para dar contexto a la gravedad de la cuestión, los datos epidemiológicos de antes de la pandemia reflejaban que un 5% de la población femenina -siendo este sexo el que más los sufre- padecía algún tipo de TCA, cifra que ahora se sitúa entre el 8% y el 10%, en cifras se traduce a unas 70 millones de personas en todo el mundo, según datos de 'ElPaís'.

Al igual que ocurre con cualquier otra enfermedad, tras su diagnostico llega el tratamiento que, en estos casos, es muy variable y se ajusta a cada persona; hay que tener en cuenta que, según la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), cuatro de cada diez casos no se recupera o lo hacen muy parcialmente,.

Con motivo del Día Internacional de la lucha contra los TCA, que se celebra cada 30 de noviembre, en ElDesmarque hemos querido poner en valor el papel del deporte y el ejercicio físico como tratamiento contra estos problemas mentales de la mano de lneuropsicóloga clínica, Alba García.

El deporte, como aliado en el tratamiento de los TCA

Son muchos los estudios que destacan los beneficios que presenta el ejercicio físico como aliado en el tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, siempre y cuando esta actividad física es moderada y está controlada.

Uno de estos aspectos es la mejora del bienestar psicológico, "se sabe que el ejercicio estimula la producción de endorfinas, neurotransmisores asociados con la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, que suelen estar presentes en los TCA".

Asimismo, "los programas de ejercicio moderado y guiado por especialistas pueden ayudar a reconstruir la conexión con el cuerpo, fomentar una imagen corporal positiva y combatir la dismorfia corporal, según investigaciones publicadas en 'Journal of Eating Disorders' ".

Algunas actividades concretas, como es el caso del yoga, "han mostrado ser eficaces en reducir comportamientos impulsivos relacionados con el TCA al combinar movimiento y mindfulness", tal y como demostró un estudio publicado en la 'Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios'.

Fuera de control, el deporte se convierte en un enemigo

Al mismo tiempo, tampoco hay que olvidar que, aunque el ejercicio físico puede ser un gran aliado, también puede convertirse en un temido enemigo, y es que "en algunos casos, las personas con TCA desarrollan una obsesión por el ejercicio como método de compensación por el consumo de calorías".

Esto, además de potenciar el trastorno, "puede llevar a lesiones físicas, agotamiento extremo e incluso poner en riesgo órganos vitales", así como "profundizar los déficits calóricos y agravar el estado físico, debilitando el corazón, los huesos y los músculos".

Una vez entendido que el deporte es un arma de doble filo en el tratamiento de los TCA; la supervisión recomendada y monitoreada por especialistas en salud mental y física, terapeutas y entrenadores capacitados en TCA, así como el hecho de priorizar el bienestar en lugar de la pérdida de calorías "es clave para garantizar que el ejercicio sea un aliado en el camino hacia la recuperación", concluya la profesional.

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