Un estudio asocia la presencia de metales en la orina con un mayor riesgo de obesidad infantil
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La obesidad infantil ya no sólo es un problema de los países con ingresos altos
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No todos los metales tienen un impacto negativo en la salud de los más pequeños
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Hígado graso como consecuencia de la obesidad infantil
A día de hoy, la obesidad y el sobrepeso infantil se ha convertido en un verdadero problema de salud pública mundial cuyas cifras no dejan de aumentar, además de los problemas de salud asociados a esta situación, tales como enfermedades cardiovasculares, musculoesqueléticas, endocrinas, trastornos autoinmunes o cáncer.
La realidad que expone la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que "en 2022, más de 390 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años tenían sobrepeso", de los cuales, 37 millones eran menores de 5 años. El aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad ha sido drástico, pasando del 8% en 1990 al 20% en 2022, y ya no solo es un problema en los países de altos ingresos, sino también en los de ingresos bajos y medios.
A raíz de este problema de salud pública, investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) han vinculado los niveles de metales en orina y la obesidad infantil. Se trata de un estudio, publicado en la revista científica ' Exposure and Health', que apunta que el cromo, el cobalto y el molibdeno podrían proteger del sobrepeso, y el plomo y el cadmio tener el efecto contrario.
Tipos de metales y el riesgo de sufrir obesidad
La investigación, que ha contado con la ayuda de la Universidad de Granada, centros de atención primaría y colegios de provincia, ha reclutado durante dos años información del impacto en niños de la exposición a metales y el riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad, así como otras variables sociodemográficas, hábitos de vida, actividad física e ingesta dietética.
No todos los metales pesados se han asociado con un impacto negativo en la salud de los más pequeños, sino que también hay otros con asociaciones positivas. Por un lado, el plomo, el cadmio y el arsénico se han asociado con un mayor riesgo de sobrepeso mientras que el molibdeno, el cromo y el cobalto, podrían tener un efecto protector.
La importancia de reducir la exposición a metales tóxicos
Las conclusiones del estudio abren nuevas perspectivas para comprender cómo los contaminantes químicos ambientales afectan la salud infantil. El grupo encargado de esta investigación continúa el estudio para determinar las posibles implicaciones de la exposición a otras familias de contaminantes químicos ambientales en el sobrepeso y obesidad de la población infantil.
Los resultados han subrayado la importancia de reducir la exposición a metales tóxicos en la infancia y la necesidad de implementar políticas públicas que promuevan entornos más saludables para prevenir enfermedades relacionadas con la obesidad desde edades tempranas.