Es posible que en alguna ocasión hayas escuchado la afección 'codo de tenista', pero es probable que, si estás leyendo esto, no sepas en qué consiste. Además, puede parecer un contrasentido el hecho de que los que más sufren esta lesión no son tenistas, sino oficinistas y personas con trabajos repetitivos.
Su nombre clínico es epicondilitis lateral, y tan sólo el 5% de los tenistas profesionales suelen padecerlo a lo largo de su carrera deportiva. Entonces, ¿por qué se llama codo de tenista y por qué está aumentando su incidencia? Se trata de una lesión relacionada con aspectos técnicos puntuales, por lo que está más presente entre amateurs, personas que quedan los fines de semana para echar un partido de tenis, pádel o cualquier otro deporte de raqueta.
Aunque la mayor incidencia no corresponda a la élite del tenis, pádel o bádminton, esta lesión sí puede darse en estos deportes, sobre todo "entre las personas que realizan el revés a una mano o presentan una técnica inadecuada que acaba generando sobrecarga en el antebrazo y un estrés repetitivo en esa zona", detalla el fisioterapeuta Fernando Ramos, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) a ElDesmarque.
Las pistas con estilos de juego más agresivos, una excesiva tensión de las cuerdas o empuñaduras con tamaños inadecuados son otros de los factores que pueden contribuir al desarrollo de este tipo de lesión. En estos tres casos se genera una mayor vibración en la raqueta que afecta al aparato extensor del brazo y a la fuerza que se necesita para agarrar la raqueta.
El codo de tenista no sólo se da en los deportes de raqueta, sino también en "otros que impliquen presión manual como el golf -en este caso se llama codo de golfista-, el squad, el remo o el piragüismo; así como en los que haya lanzamientos como el béisbol o la jabalina".
En el crossfit, al "generarse una sobrecarga repetitiva con los levantamientos de peso, las dominadas... también nos lleva a una mayor predisposición de tipo de lesiones", añade el fisioterapeuta Ramos.
A pesar de que el pádel y el crossfit está muy de moda entre la gente de a pie, los dispositivos móviles son los que "están haciendo que aumenten los casos". Sostener el móvil con la palma de la mano y utilizar el pulgar para navegar por los contenidos "hace que se sobrecargue la musculatura extensora de la muñeca que actúa sobre el antebrazo y que esto genere un estrés repetitivo que acabe disponiendo a sufrir este tipo de lesiones", explica el mismo.
Además de esto, y alejándonos un poco de la actividad deportiva, tener un trabajo basado en actividades repetitivas como la carpintería, fontanería, montaje en serie... que implican extensión repetitiva de la muñeca, estrés sobre el antebrazo y un fuerte agarre predispone a sufrir esta lesión, especialmente si la musculatura del hombro es débil, no presenta elasticidad o tiene poca capacidad para absorber cargas.
El codo de tenista "afecta al 3% de la población adulta entre los 40 y 55 años y no existe diferencias entre hombre y mujeres. Te mantiene autolimitado durante un tiempo que suele oscilar entre seis y doce meses", concluye el presidente de AEF.