El Gobierno de España ofreció a los españoles que se encontraban en el Líbano una repatriación. Entre ellos se encontraba Paco Araujo, entrenador de fútbol sala, que ha rechazado este ofrecimiento tras los ataques de Israel en el Líbano. El técnico ha hablado con el Twitch de ElDesmarque para contar su situación.
“Lo que más me horroriza es cuando veo la tele, las explosiones se escuchan de noche, pero en la zona en la que vivimos está apartada de Beirut y nos sentimos seguros. Por eso decidimos quedarnos”, comenzaba diciendo Paco Araujo sobre la situación actual que está viviendo.
El entrenador lleva 15 años en el Líbano y es su casa. Asegura que de irse su vida se rompería totalmente y desde el minuto uno se ha sentido muy querido en el Líbano. “Al español aquí le quieren mucho. Nos han acogido muy bien y es difícil dar el paso y dejarlo todo”, comentaba Paco en el Twitch.
A Madrid han llegado ya dos aviones de las Fuerzas Áreas Española con españoles procedentes del Líbano y ahí no se encontraba ni Paco ni su familia. Él explicaba el motivo. “Fue muy rápido. Fue a través de mi mujer, que es la que tiene contactos con la embajada, y la que en realidad ha hecho las gestiones. A mi la embajada me envía mensajes desde hace mucho tiempo y yo ni los veo. Me llamó y me dijo ‘ven rápido que nos han llamado del Gobierno’. En 15 o 20 minutos tenemos que contestar si vamos a salir o no. Lo tenía claro desde el principio, que quería estar aquí e iba a quedarme. A mi mujer y a mi hija las presioné para que se fueran. No sentimos peligro”, decía Paco.
Asegura que si la cosa se complicara a lo mejor cambiaría de opinión, pero de momento se siente seguro en el territorio. Paco asegura que él se encuentra en zona cristiana y que de momento no cree que corra peligro. Comenta también que una de las academias en las que él imparte clases que se encuentra en Beirut sí que se encuentra cerrada por estos ataques de Israel.
Paco Araujo comenta que las imágenes más impactantes la están viendo por televisión porque a su alrededor la vida cotidiana sigue de momento en pie. Las tiendas están abiertas, la gente va a sus trabajaos y todo sigue normal.