Y ahora el césped

La amenaza terrorista, las huelgas, los hooligans,... y ahora el césped de los estadios. La Eurocopa de Francia atrae los problemas, el último, el mal estado de la hierba en numerosos campos que ha provocado las críticas de jugadores, entrenadores y comentaristas.

"Desastroso". Así definió el seleccionador francés, Didier Deschamps, el verde del estadio Velódromo el pasado viernes tras su partido contra Albania.
El técnico, que entrenó al Marsella varias temporadas, creyó ver el origen del mal empedrado: "Esto es lo que pasa cuando dejas que un mes antes de la Eurocopa se haga un concierto de AC/DC".
Deschamps no es el único que ha visto que el estado del césped no está a la altura de una competición como la Eurocopa y las quejas han llegado a oídos de la UEFA, organizadora del torneo, que no oculta su preocupación.
"Algunos céspedes han sufrido mucho y eso les ha dañado, pese a que han recibido una atención particular de parte de los jardineros de la UEFA", aseguró el director general de la Eurocopa de 2016, Martin Kallen.
La organización considera que el trabajo previo de preparación fue adecuado, incluso conllevó el cambio completo del verde en Lille, Niza y Marsella, y todos ellos fueron sometidos a un tratamiento de luminoterapia, ventilación, control de la dureza y fertilización bajo la atenta mirada de los expertos jardineros de la UEFA.
En el caso de la de Marsella, Kellen consideró que nada tiene que ver con el concierto del grupo de rock australiano-británico al que hizo referencia el seleccionador francés, puesto que fue plantado después del mismo. Pero con tan poca antelación que todavía no ha tenido suficiente tiempo de enraízar.
Además, las condiciones meteorológicas en Francia en las últimas semanas, en particular las fuertes lluvias que han caído en el país, han sometido los céspedes a un estrés inesperado que, en algunos casos, se ha revelado fatal.
Algunos campos han visto empeorar sus condiciones de forma muy rápida. El propio Velódromo presentó un césped en bastante buen estado durante el Inglaterra-Rusia y cuatro días más tarde Deschamps lo describió como un patatal.
Por eso, la organización ha decidido preservar al máximo la hierba de los estadios y ha prohibido los entrenamientos en los mismos en las jornadas previas a los partidos, tal y como reza la costumbre.
Es el caso de Marsella, Lille y Lens, aunque Kallen no descartó extenderlo a otros o tomar otras medidas suplementarias si con eso puede preservarse el estado de los terrenos de juego.
"Tenemos confianza en que todas las medidas que hemos adoptado van a permitir que se regenere el césped en todos los estadios en los próximos días", indicó el responsable de la UEFA.
Kallen señaló que el césped se está portando mejor en aquellos estadios que solo acogen partidos de fútbol y están sufriendo más donde además son escenario de otras disciplinas deportivas, como el rugby, u otros espectáculos.
La UEFA había impuesto a los organizadores franceses un control muy firme de los césped durante la competición, que debían ser segados una o dos veces al día y cuya altura máxima debía ser de 30 milímetros.
El estado del césped no es una preocupación nueva en el comité organizador. Su presidente, Jacques Lambert, ya lanzó una primera señal de alarma hace un año, cuando dijo que quedaba mucho camino por recorrer para tener unos campos acordes con las exigencias de la UEFA. Ahora, el reloj corre en su contra.