Iker Casillas está viviendo un momento dulce en el Oporto. El de Móstoles atraviesa una segunda juventud en su tercera temporada en el club luso.
No ha sido fácil para el portero su paso por Portugal. Iker empezó siendo titulas indiscutible hasta que de repente, el curso pasado, el técnico le quitó la titularidad y se la dio a José Sá. Fue una decisión incomprensible tomada de la noche a la mañana. De hecho, en ese momento el Oporto no había perdido ni un solo partido d ellos 8 disputados en Liga, en los que solo había encajado tres goles. En la Champions el equipo había perdido uno y ganado otro.
Al final, en febrero, en la jornada 23, Casillas volvió bajo los palos y nadie le ha vuelto a sacar de ahí.
Pero al ex del Real Madrid también le pasan los años y tarde o temprano dejará la competición lusa.
Futuro incierto para Iker Casillas
Con casi toda seguridad, Iker buscará un equipo en una competición menor antes de colgar sus botas. Qatar o Estados Unidos podrían ser uno de los destinos.
Pero lo que es seguro, y así lo quiere también Sara Carbonero, es que tarde o temprano volverán a Madrid. Y de hecho, ambos tienen ya una bonita casa en la capital, que según Vanitatis no les salió barata.
El ‘capricho’ de los Casillas-Carbonero
Se trata de una finca que le compraron a la actriz Lydia Bosch en el 2014 y que reformaron durante el año pasado.
Esta dispone de cinco habitaciones, seis baños, dos salones, una sala de juegos, cocina y cuarto de servicio. Asimismo, tiene con 4 plantas y un total de 750 metros cuadrados. Además, tiene piscina y vigilancia las 24 horas del día.
Una vivienda que estaba valorada en 2,6 millones de euros, pero por la que apuntan que pagó casi el doble. Todo ello al margen de las obras.
Sea como sea, Sara e Iker ya tienen su nidito de amor en Madrid para que de momento disfruten de sus escapadas.