Se abre un nuevo frente para Neymar. A su supuesto caso de infidelidad a la que va a ser la madre de su segundo hijo y a su posible salida del PSG rumbo a Barcelona, se le suma ahora la cancelación de las obras de su nueva casa en Brasil por violar la ley medioambiental. Este pasado jueves, las autoridades ambiental de un municipio de Río de Janeiro suspendieron las obras ejecutadas en una de las casas de playa del delantero de la selección brasileña.
Fuentes de la Alcaldía de Mangaratiba confirmaron que un equipo de fiscales ambientales, acompañados por agentes de las Policías Militarizada y Civil del estado de Río Janeiro, se desplazó hasta la propiedad para notificar y prohibir la continuidad de las obras.
El equipo, encabezado por la secretaria municipal de medioambiente, Shayenne Barreto, aisló el área externa de la casa localizada en la Costa Verde de Río de Janeiro y donde el futbolista pretendía construir un lago artificial. La acción derivó de una denuncia de las autoridades brasileñas que apuntó irregularidades.
Algunos de los puntos expuestos por los fiscales fueron el desvío del curso de riachuelos, la captación de agua de un río sin la debida autorización, excavaciones prohibidas, movimiento irregular de rocas y tierra, y utilización de la arena de la playa.
Durante la operación, según reportó el portal de noticias G1, el padre del futbolista, Neymar Santos, discutió con los agentes y con la secretaria y llegó a recibir una orden de arresto. Pero unos amigos intermediaron para tranquilizarlo y evitar su detención, aunque posteriormente medios brasileño confirmaron su detención y una multa.
Las obras estaban siendo realizadas en el condominio Aero Rural, contiguo al de Portobello, donde el jugador tiene otra lujosa mansión de 5.000 metros cuadrados valorada en unos 5,36 millones de euros.