No sorprende ahora una noticia de la Inteligencia Artificial. Y menos en el mundo del deporte. Pero ya hace 25 años que algunos medios de comunicación empleaban esta tecnología en sus artículos. FourFourTwo, revista de fútbol inglesa, publicó en una de sus ediciones impresas una fotografía acerca de cómo veía la IA a David Beckham en el año 2020. Y a la vista está que la predicción no fue muy acertada.
“Las cosas le salieron claramente mal al titular del Man United, su club perdió el campeonato de 1998 y perdió toda su fortuna personal en el accidente de Brylcreem de 2005”, se leía en el artículo. “Ahora que tiene más de cuarenta años, se ve reducido a aparecer en equipos de veteranos de Inglaterra junto a sus compañeros novatos Fergie y recordando con nostalgia sus días de gloria”, contempla la revista de mayo del 98. Además, ilustran un retrato del Beckham de 2020, que poco -o nada- se asemeja a la realidad.
Going through some old @FourFourTwo mags from 1998 at the #carboot. This is how they imagined David Beckham would look in 2020 pic.twitter.com/uvOZYHTRa6
— Ian Walker (@fenlandgent) April 21, 2019
Ni el Manchester United perdió la Premier League de 1998, ni Beckham se vio envuelto en ningún accidente de Brylcreem en 2005. Tampoco el aspecto físico del propietario del Inter de Miami es como se ilustra.
A sus 48 años, y con un documental acerca de su vida recién estrenado, el que fuera estrella del Real Madrid sigue manteniendo la atractiva imagen que lucía en su época de futbolista.
Si en FourFourTwo atisbaban que el astro inglés perdería gran parte de su pelo y que los tonos grisáceos se adueñarían del poco cabello restante, se equivocaban de lleno. El empresario inglés luce en la actualidad un gran estado capilar. El inglés no muestra una sola pista de que la calvicie le esté esperando a la vuelta de la esquina.
Tampoco se queda atrás la dentadura del marido de Victoria. Una sonrisa envidiable luce el ‘jefe’ de Leo Messi, que deja en evidencia la predicción del medio inglés.
Ahora bien, los años no perdonan y alguna que otra arruga si aparece por el rostro de David. Pero nada que ver con el desfavorecido retrato que le hizo la tecnología en 1998.