Argentina tiene nuevo presidente. Javier Milei fue elegido como nuevo máximo dirigente del pueblo argentino. Pero antes de todo ello hay un pasado, el cual está vinculado al deporte. Y es que durante la década de los ochenta el futuro Jefe de Estado destacó como portero.
Javier Milei empezó en las divisiones inferiores del Chacarita Juniors. Muchos de sus compañeros le apodaban 'El Loco Milei' por su carácter pasional y su estilo a la hora de estar debajo de los palos.
Posteriormente tuvo otro momentos en la Categoría 70 del Funebrero. Allí dejó una huella imborrable y le permitió enfrentarse a rivales de gran entidad como River Plate y Vélez Sarsfield. Sus amigos le recuerdan a sus familiares como “personas de buen corazón, comprometidas con el equipo y siempre dispuestas a colaborar”.
Por entonces el la plantilla contaba con dos grandes porteros: el propio Milei y Juan Carlos Docabo. Debido a que ambos tenían destacadas actuaciones, en general se turnaban para atajar. “Se entrenaba a la par, si había que tirarse al barro, se tiraba al barro”, rememoró Bonomi, ex defensor profesional de Chacarita y Colegiales, entre otros equipos. “Una vez fuimos a jugar un partido de baby y El Loco (Milei) se atajó todo”, reconoce alguien cercano.
Más adelante, dio el paso para jugar en San Lorenzo. Allí fue parte de “La 70″, una categoría juvenil que competía en torneos paralelos a los de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
A pesar de su talento en el fútbol, Milei tuvo que tomar una decisión entre seguir esa pasión o dedicarse a los estudios. Optó por lo segundo y se alejó del deporte para enfocarse en su formación académica en Economía en la Universidad de Belgrano. Hoy, a sus 52 años, el libertario fue elegido para conducir al país a partir del próximo 10 de diciembre. Su trayectoria desde los campos de fútbol hasta la arena política refleja una vida llena de giros inesperados y decisiones determinantes que lo han llevado adonde está hoy en día.