Shakira se sentó en el banquillo de los acusados el pasado lunes en Barcelona. La artista colombiana estaba acusada de cometer seis delitos fiscales contra la Hacienda Pública. En la primera sesión de las doce que se preveía que durase el juicio, la compositora admitió el fraude y llegó a un acuerdo con el juez.
La de Barranquilla aceptó la multa económica, que se eleva a los siete millones de euros, y la condena de tres años de prisión, que no cumplirá por carecer de antecedentes penales. Así, la madre de Milán y Sasha pone fin a seis años de duros litigios.
La Administración Pública le reclamaba los más de 14 millones de euros que habría evadido durante los ejercicios de 2012, 2013 y 2014, cuando vivía en Barcelona junto a Gerard Piqué.
Shakira ha emitido un comunicado tras llegar a un pacto con la justicia española, en el que ha declarado que ha puesto por delante la tranquilidad de sus hijos frente a seguir luchando por llevar la razón en los tribunales.
“Tengo que escoger mis batallas y la más importante para mí ahora es hacer todo para que mis hijos vivan una vida plena y enfocarme en lo que es realmente importante: verlos crecer y pasar tiempo con ellos. Sin someterlos a la angustia de ver a su madre en un juicio penal con el desgaste que supone”, arranca diciendo la cantante de ‘Acróstico’.
“Ellos mismos me lo han pedido, y por ellos he tomado esta decisión. Han vivido tiempos muy duros y quiero que me vean feliz por fin y mirar juntos hacia el porvenir”, explica la artista latinoamericana.
“Me sentía lista para enfrentarme a un juicio y defender mi inocencia. Mis abogados estaban convencidos de que teníamos un juicio ganador. Sin embargo, después de muchos años de lucha, he tomado esta decisión. Tenía dos opciones: seguir peleando hasta el final, hipotecando mi tranquilidad y la de mis hijos, dejar de hacer canciones, álbumes y giras, sin poder disfrutar de mi carrera y las cosas que me gustan, o pactar, cerrar y dejar atrás este capítulo de mi vida mirando hacia adelante. He llegado a la conclusión de que no es triunfo ganar si el precio es que te roben tantos años de tu vida”, concluye.