El próximo 5 de febrero dará comienzo el juicio a Dani Alves por la presunta agresión sexual que cometió sobre una joven en la discoteca Sutton de Barcelona a finales del año 2022. Tras casi un año en prisión, el futbolista brasileño se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona.
La Fiscalía pide nueve años de prisión para el acusado, frente a los 12 que solicita la denunciante. Ahora, la defensa del jugador, encabezada por Inés Guardiola, ha solicitado que se aplique el atenuante de encontrarse bajo los efectos del alcohol en el momento de los hechos para que la condena se reduzca en el juicio.
Desde que Dani Alves fuese detenido, en enero de 2023, ha dado hasta cinco versiones diferentes de lo sucedido. En primer lugar, tras la denuncia de la chica, que en el momento en que coincidieron en la sala de fiestas tenía 23 años, el exfutbolista del FC Barcelona defendió que no la conocía. Más adelante, cambió su relato: se encontraron en el baño de la discoteca.
Semanas después, Alves afirmó que la chica le practicó una felación consentida, que en su cuarta versión se convirtió en relaciones sexuales, siempre con el consentimiento de ella, argumentaba el deportista. Por último, agregó que sí tuvieron sexo, pero que él estaba borracho en el momento en que todo ocurrió.
Frente a las peticiones de la Fiscalía y víctima en relación con la condena del presunto agresor, la defensa de Dani Alves mantiene la petición de la absolución. Pero en caso de que el tribunal condene al acusado, Inés Guardiola solicita que se aplique la atenuante de que Dani Alves se encontraba bajo los efectos del alcohol y no era consciente de lo que hacía.
Si bien es cierto que no hay ninguna prueba que acredite el estado de embriaguez del lateral brasileño, ahora entrarían en juego los testigos y las facturas de las consumiciones en el local. La letrada que encabeza la defensa de Alves habría solicitado a Joana Sanz, actual esposa del atleta, que acuda como testigo al juicio para declarar que su marido le llamó para confesarle su infidelidad durante esa noche como consecuencia de haber consumido bebidas alcohólicas.
Por lo tanto, en el caso de que el juez admitiese la petición de la defensa del acusado, la condena podría verse notablemente reducida.