Victoria y David Beckham dejaron en el documental de Netflix ‘Beckham’ una escena muy comentada en la que ella hablaba de su “humilde” infancia y el exjugador interrumpía sus palabras para corregirla. Uber Eats aprovechó el tirón de esos segundos de vídeo y creó una promoción para sus productos que despertó las risas de los seguidores del famoso matrimonio.
Pero en lo que mucha gente no se fijó, y que recoge ‘Vanitatis’, es en los cambios físicos del ex del Real Madrid. En las dos escenas, muy similares, se puede apreciar los retoques que se ha hecho el inglés para corregir sus imperfecciones.
Victoria Beckham: “Venimos de familias que han trabajado mucho. Somos de clase obrera”.
David: “Sé sincera. ¿En qué coche te llevaba tu papá al cole?”.
Victoria: “Ok, en los 80’ tenía un Rolls Royce”.
Y portazo de David. JAJAJA, MOMENTAZO. 😅🏴 pic.twitter.com/TQTwoDgnnR
— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) October 5, 2023
El doctor Leo Cerrud dejaba una clara sentencia sobre David: “Hay una falta absoluta de rutina cosmética o de tratamientos para mejorar la calidad de piel, la cual luce descuidada, pigmentada, grasa y en general un poco abandonada”. Pero las pistas de la recurrencia a la medicina estética en su rostro son notables.
Uno de los aspectos que más apuntan a la ayuda profesional a la que ha recurrido Beckham es su frente. “Las arrugas del tercio superior de la cara aparecen y desaparecen como por arte de magia a lo largo de los años hasta quedar casi imperceptibles en la última foto de 2024”, apunta el experto médico.
Tanto Cerrud como la doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto coinciden en el uso de neuromoduladores en el entrecejo y en la frente del presidente del Inter de Miami. “El tercio superior mantiene la concavidad en la frente y la convexidad periorbital, que aporta una apariencia de masculinidad. El tratamiento ha sido realizado para modular la gesticulación en concreto, diríamos la cara de enfado”, detalla la doctora acerca del posible tratamiento al que podría haber recurrido Beckham.
Sus pómulos, otro de los detalles. Su volumen reflejado en las últimas apariciones haría indicar que el marido de Victoria se podría haber pasado con los retoques y le habrían hecho perder cierta naturalidad en su gesto. “Todos sabemos que es un gran promotor de la estética masculina, lo cual nos satisface que normalice ciertos cuidados, pero sí que debemos evitar perder la naturalidad”, comenta Mira.
El británico también habría recurrido a lo injertos capilares. Lejos quedan las melenas rubias o los inventos con tintes. Ahora, tal y como concreta el doctor Antonio Leone de Hospital Capilar, se aprecian indicios de injertos en la línea frontal del pelo, que se encontraría en la fase de crecimiento.