Ana Peleteiro ha presumido siempre de su tierra, Galicia, y de sus raíces. Nunca ha escondido que es un niña adoptada y con Vicky Martín Berrocal ha profundizado mucho en el tema, hablando con muchísimo cariño de su madre biológica, a la que no conoce, por la valentía que tuvo al desprenderse de ella.
Con 18 años y un "embarazo de riesgo", la progenitora de Ana Peleteiro dejó al bebé en la puerta de un hospital porque era consciente de que no iba a poder darle una vida digna.
Lejos de ver con rechazo ese gesto, Ana no ha tenido más que buenas palabras hacia su madre biológica, recalcando la "generosidad" que demostró en un acto como ese. "Tú imagínate dar a la luz a tu hija y tener que darla. Yo me puedo morir. Solo de pensarlo me dan ganas de llorar. Hay que ser muy valiente. No la puedo juzgar", expresa la atleta en el podcast 'A solas con...'.
La conductora del programa muestra a lo largo de la entrevista una gran admiración por cómo ha afrontado este asunto. "Ha sido un camino largo, porque yo toda mi vida he tenido el síndrome del hijo adoptado -un término que reconocía acabar de inventarse-. He hablado con más personas que han sido adoptadas y todas coincidimos en lo mismo: nos hemos inventado nuestra película, nuestra historia", reconoce Peleteiro.
Durante toda su vida, Ana ha sabido que era adoptada. "No tenía más que mirarme al espejo", bromeaba. Pero nunca había tenido una conversación con sus padres acerca de ello. No les hacía falta. Siempre lo habían tomado con total naturalidad.
En 2016, la saltadora y su madre sí tuvieron algunas palabras sobre el nacimiento de la deportista. "Estábamos comiendo viendo los JJOO de Río, que yo me quedé fuera por una lesión, y solté un comentario del estilo: 'Como mi madre biológica murió...'. Mi madre me dijo: '¿Qué dices, Ana? Tu madre no murió, te abandonó'", revela la profesional del atletismo.
En la cabeza de Ana, su madre biológica había fallecido en el parto, pero realmente no fue así. "Era un poco para evitar un dolor de un abandono, que, si a lo mejor no tienes una madurez, no eres capaz de llegar ahí, porque asumir un abandono...", reconoce.
Martín Berrocal ha querido saber si Ana ha tenido alguna vez la curiosidad de buscar a su madre biológica y ella no ha ocultado la respuesta.
"No, nunca la he tenido", zanjaba la protagonista. "Solo tengo curiosidad porque el año pasado, hablando con mi madre cuando ya había nacido Lúa, me enseñó mi acta de nacimiento. Tú la ves y da pena, porque pone: 'Embarazo de riesgo por no haber seguido el embarazo. Chica de 18 años. Segundo embarazo'", cuenta la mujer de Benjamin Compaoré.
"Claro, me di cuenta de que tengo una hermana o un hermano", desvela la atleta. "Nunca nadie me ha buscado, o al menos no ha llegado hasta mi. Si mi madre biológica está viva, tiene que saber quien soy fijo, porque salgo en la prensa y es un tema del que yo nunca he despistado. O sea que nunca me ha buscado y es algo que agradezco, porque tengo una vida muy bonita y a lo mejor todo eso me desestabiliza", se sincera la medallista olímpica.
"si me encuentro una persona sana que ha rehecho su vida, bueno, pero si me encuentro algo oscuro, a lo mejor me duele o quiero ayudarle y es complicarme la vida. Prefiero quedarme así", sentencia Ana.