Hay una cosa en común entre Bárbara Rey, Juan Carlos I y Julián Álvarez. Los tres han pasado por una misma casa. Hace unas semanas se confirmaba lo que era un secreto a voces, el idilio de la vedette con el que fuera rey de España. Se publicaron unas fotografías en un medio neerlandés en donde se podía ver a los dos disfrutando de una paella en el porche de la de Totana.
Desde entonces unos de los temas de los que se habla a diario es de esta relación que tuvieron Juan Carlos y Bárbara y todas las aristas que tiene como el presunto chantaje que existieron con las fotos y las grabaciones de conversaciones que poco a poco están viendo la luz.
Esto ha hecho que el chalet donde se produjo todo esto sea el centro del foco mediático. Bárbara Rey lo vendió hace algunos años y el destino ha querido que este acabe en manos de Julián Álvarez, el jugador argentino que este año ha fichado por el Atlético de Madrid.
Esta casa está situada en la Moraleja, una zona residencial y de alto standing. Cuando comenzaron a vivir tanto Julián como su novia, Emilia Ferrero, estaban muy contentos con la zona y la casa, según han contado en ‘Informalia’.
Una de las cosas que más valoraban es que era una zona tranquila, pero tras saltar el escándalo de las fotos y las grabaciones la presencia de prensa era diaria y el jugador ha huido de eso y ya se ha mudado a otra urbanización a escasos kilómetros de esta. Tanto él como su familia ya están instalados en su nueva casa y el chalet que fue de Bárbara ya es alquila de nuevo.
La vedette se deshizo de él en 2019. Se trata de un adosado de 475 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 700 metros. Tiene tres plantas, seis habitaciones y seis cuartos de baño. El dormitorio principal cuenta con jacuzzi. Cuenta con bodega, cuarto de lavandería, gimnasio con piscina interior, garaje para varios coches y un amplio jardín.
En ese jardín Bárbara Rey y el rey emérito Juan Carlos disfrutaron de más de una paella y largas conversaciones.