Paula Badosa estuvo a punto de rozar una gesta heroica el pasado viernes. El combinado español se enfrentaba a Polonia en los octavos de final de la Billie Jean King Cup celebrada en Málaga. Sara Sorribes cayó en el primer encuentro de la eliminatoria ante Magda Linette y la pareja de Stefanos Tsitsipas se enfrentaba a la todopoderosa Iga Swiatek en el segundo duelo. La nacida en Manhattan no pudo con la número dos del mundo, que dio el pase al combinado polaco en tres sets (6-3, 6-7(4) y 6-1).
Como no puede ser de otra manera, no ha sido un fin de semana fácil para la deportista criada en Cataluña. La derrota fue dolorosa para el equipo español, que vio como Anabel Medina dejaba de ser la capitana después de siete años al frente.
Este lunes, Paula ha reaparecido en redes sociales. Y lo ha hecho en un sentido muy diferente al del torneo de selecciones que terminó para las nuestras hace unos días.
Badosa ha compartido en sus stories de Instagram una foto tomada en el interior de un coche para presumir de dos auténticos artículos de lujo.
El primero de ellos el propio coche: un Aston Martin deportivo en color verde, un objeto de deseo para todos los amantes del motor. El segundo: un Rolex, también en verde.
Por si no quedase clara la preferencia de la atleta por este color, acompaña la imagen con una frase en inglés que se podría traducir como: "Todo gira en torno al verde".
El accesorio que muestra la número once del mundo no es, ni mucho menos, un reloj cualquiera. Se trata de un Rolex Datejust, un modelo creado en 1945 y que "fue el primer reloj de pulsera cronómetro, automático y hermético en indicar la fecha en una ventana en la esfera situada en la posición de las 3 h", como explica la página oficial de la marca de lujo.
Su precio, como se puede intuir, no es accesible para todos los bolsillos. Según reza la web de Rolex, el modelo que parece tener Badosa, Oyster de 36 mm, acero Oystersteel y oro blanco, está tasado en 9.400 euros.