“No me gusta que me llamen pesetero”, ha dicho a Diario de Jerez. “Si eso fuera así, ni siquiera habría atendido la llamada de Emilio Viqueira, pero después las cosas no han ido como las dos partes esperábamos”.
El malagueño reconoce que “me ha pesado más el corazón que la cabeza en esta historia. Yo era plenamente consciente de la situación del club y, precisamente, por el aprecio que le tengo al Xerez, a su afición y a Emilio Viqueira, me puse a hablar porque tenía muchas ganas de volver. He hecho el máximo esfuerzo que podía hacer, nadie puede decirme que no ha sido así, pero yo quiero volver teniendo una garantía mínima con el proyecto deportivo y eso ahora no se daba. Ésa es la realidad de por qué no ha sido posible llegar a un acuerdo”.
Esteban, que se encontraba ayer en Madrid, reconoce abiertamente que “me he sentido utilizado por algunos que sólo pensaban animar a la afición para que se sacaran los abonos. Aquí parece que Esteban Vigo siempre tiene que ser el malo y siempre tengo que salir mal, por lo que parece. Yo ya no sé qué hacer para solucionar eso porque los que han estado dentro de las negociaciones saben que yo he dado el máximo de las facilidades, pero ha sido imposible llegar a un acuerdo”.
Quiere dejar claro que “el Xerez está por encima de todos, de los que hemos estado, de los que están y de los que vendrán y por eso no pasará nada si Esteban se va a otro equipo. Además, puede ser que me quede sin entrenar este año porque ya se están cubriendo todas las plazas y a lo mejor me quedo en el paro”.
Esteban quiere agradecer “el cariño que siempre recibo de la gente de Jerez, que es algo que siempre llevo en mi corazón y que hace que siempre tenga ganas de volver. Yo soy muy feliz viviendo en Arcos y sigo pensando que algún día se darán las circunstancias para volver al Xerez, que me ha dado tanto. Ahora no ha podido ser y no hay que darle más vueltas. Yo no busco ninguna polémica, sólo he querido colaborar con el club, pero no ha podido ser por mucho que lo intentamos”.