"Es una realidad que no hay enemigo pequeño. No nos van a poner las cosas fáciles. Lo sabemos y vamos con el máximo respeto. El equipo que nos vamos a encontrar lo va a poner todo y ante esta situación tenemos que estar muy atentos y con mucha intensidad. Si no, nos darán un buen revolcón", ha afirmado en tierras hispalenses.
De hecho, el preparador asturiano considera que han de afrontar el encuentro "como si fuese una final", y lo justifica recordando que de los tres equipos en competición europea que se han medido a rivales de Segunda B en esta eliminatoria "uno perdió y dos ganaron por la mínima" ya que el equipo más pequeño "va a poner siempre todo su ímpetu para derrotar al de Primera".