El último partido de la temporada en Chapín no tenía ninguna historia, pero el Xerez se empeñó en hacerlo histórico. Los azulinos se tomaron el choque como una pachanga veraniega y acabaron recibiendo el mayor correctivo como local en Segunda.
R.G. | Jerez Cuando sales a jugar al fútbol en chanclas y casi con el bañador puesto puede pasar lo que le ha ocurrido al Xerez ante el Barcelona B. Los azulinos comenzaron las vacaciones antes de tiempo y se han llevado un soberano repaso de un rival que, sin apretar el acelerador, ha jugado a su antojo. Y en los últimos metros ha estado de lujo. Además de sonrojante y vergonzosa, la goleada recibida por el Xerez se convierte en la mayor en su historia como local en Segunda División.
Árbitro
Martínez Munuera (Colegio valenciano). Mostró cartulinas amarillas a Campano y Maldonado
Formaciones
Xerez: Toni Lechuga; Campano, Robusté, Calahorro, Joaqui; Cordero (66’ Iván Jiménez), Rafa García; Pablo Redondo, Bruno Herrero (61’Capi), Maldonado ; y José Mari (37' Juanito)
Barcelona B: Rubén Miño; Iván Balliu, Sergi Gómez, Lozano , Lobato; Sergi Roberto, Ledes (71' Oriol Rosell); Deulofeu, onathan Dos Santos ( 71’ Rodri), Kiko Femenía ( 46’ Espinosa); y Rafinha
GOLES
0-1, m. 22: Ledes. 0-2, m. 45: Deulofeu. 0-3, m. 57: Deulofeu. 0-4, m. 63: Jonathan Dos Santos.0-5, m. 75: Rafinah. 0-6, m. 82: Espinosa.
INCIDENCIAS
Estadio de Chapín. Última jornada de Liga de la temporada 2011-2012. 6.142 espectadores
Y no hay excusas. Ni siquiera se puede justificar el rapapolvo en la presencia de canteranos ya que el rival, precisamente, estaba formado en su totalidad por futbolistas que todavía andan casi con pañales en esto del fútbol. Ahora, eso sí, juegan de vicio. Por momentos hasta más de uno pensó que le habían quitado la B y se había plantado en Chapín el primer equipo. En definición en los metros finales, el conjunto de Eusebio estuvo de diez. Tocaron y tocaron a su antojo y llegaron con suma facilidad a las inmediaciones de Toni, que poco pudo hacer para evitar el desastre.
La defensa, con la novedad de Joaqui en el lateral izquierdo, estuvo desaparecida en combate. Dio numerosas facilidades y encima no tuvo ninguna ayuda de un centro del campo que estuvo más atento al lugar de veraneo que a la distribución del juego de Sergi Roberto y Ledes. Y así es imposible. Nadie se salvó. Todo para olvidar y olvidar. Lo mejor, una vez más, la afición, que se tomó la fiesta por otra parte y, a pesar de que los goles iban cayendo como churros, seguía animando y coreando el nombre de Vicente Moreno.