Y es que ha sido una campaña dura la de su estreno en los banquillos, tanto como primero como segundo. “La verdad es que es un cambio y ha sido mi primer contacto con un cuerpo técnico. Era la primera vez que entraba en un vestuario como técnico y aunque lleves mucho en el mundo del fútbol siempre cambian las cosas al estar a un lado y otro. Esos primeros meses me sirven para vivir ese proceso de cambio y es difícil. La he disfrutado y la he sufrido, pero no me arrepiento de las decisiones tomadas”.
“Aunque tú seas la cabeza visible del cuerpo técnico y estés más expuesto a todo. Sí que es cierto que el trabajo se engloba también con la gente de la oficina y en ese sentido he tenido la suerte de contar con mucha ayuda y que nos ha hecho las cosas más fáciles en el día a día. Me han hecho ese cambio más fácil y quiero agradecer el que me hayan ayudado en ese cambio de rol”, apuntó.
“Siempre he estado my agradecido por el apoyo de la afición y siempre he tenido muchísimo cariño. Por ello es mayor la exigencia. Se pasa aún peor cuando hay un plus de cariño que hace que se haga más duro no lograr algo positivo”, subrayó.