Ante este escenario, Viqueira, que dejará el club el 30 de junio si no se dan otro panorama, sigue estando pendiente de un mercado que se va a paralizar de forma brutal tras los últimos acontecimientos en la política económica del país. Aún así, el gallego, trabajador incansable, prefiere mantener las espaldas cubiertas y ya tiene confeccionada una lista de refuerzos en caso de emergencia.
De todas formas, el capítulo de altas y bajas está paralizado hasta que de manera definitiva el juzgado de lo Mercantil decida fallar entre una de las partes en liza y el concurso de acreedores se vea de manera oficial terminado.