A Capi le queda un año de contrato y, como quiera que no está por la labor de aceptar la propuesta del nazareno de rebajar su sueldo, se ha convenido la posibilidad de romper la vinculación.
Las partes parecen en buena onda y todo apunta a que se llegará a un acuerdo final, pero en este momento entra en escena el agente del camero, que tendrá que comprobar cuáles son las condiciones que ofrece realmente Morales.
Lo más normal es que todo se arregle y que finalice el paso de Capi por el Xerez, pero conociendo al dirigente nazareno no se puede garantizar en ningún caso que el asunto esté liquidado.