De aquella etapa únicamente sobreviven en el club azulino cuatro jugadores: Mendoza, Chema, Silva y Toni, que por entonces alternaba los entrenamientos con el primer equipo con los partidos con el filial. El ahora capitán azulino era un fijo indiscutible en las alineaciones del preparador malagueño, al igual que el guardameta alicantino, que le ganó la batalla por la titularidad a Porato, retirado ya del fútbol al igual que Viqueira y Moreno, componentes también de aquel equipo histórico.
Silva, por su parte, jugó aquella campaña 20 partidos, siendo titular en 17 de ellos. En la mayoría de los casos entró para jugar en defensa, aunque también tuvo alguna actuación en el centro del campo. Ahora, los cuatro jugadores se han reencontrado nuevamente con Esteban Vigo y su cuerpo técnico.