La inminente marcha de Robusté, que lo tiene casi hecho con la Ponferradina pero que todavía no ha logrado desvincularse, ha activado el plan de emergencia en busca de un nuevo zaguero. La marcha del zaguero deja abierta otra plaza en una de las parcelas más débiles y Miguel Ángel ha acelerado algunas gestiones para tratar de firmar cuanto antes a un central y un portero tras la evolución de Chema. De hecho, la secretaría técnica ya ha empezado a sondear algunos nombres aunque el abanico es amplio y no hay un perfil seleccionado ahora mismo. Además están llegando numerosos ofrecimientos al club y el vallense no quiere que se le vaya la próxima operación como ocurriera con el colombiano Murillo.
