Nunca llueve a gusto de todos dice el refrán. Y la lluvía ha llegado mal para el Xerez en otoño. Con Chapín resembrado, tanto agua no le va a hacer ningún bien al césped. Si sigue lloviendo, el terreno de juego puede presentar un estado bastante preocupante para el juego. El equipo, desde que jugase ante el Numancia, se ha privado de ejercitarse en Chapín.
Ha ido alternando campos de entrenamientos para reservar al máximo el estado de un terreno de juego al que las aguas puede dañar más.