El gallego ha pasado la noche bien, aunque "con dolor porque la brecha es profunda. He estado a base de antibióticos para que no haya ninguna complicación, pero es una lesión molesta porque son muchas las grapas que me han puesto".
El defensa tiene entre sus planes no perderse el choque del próximo domingo ante el Alcorcón: "No sé cuál es el plan de los médicos ni cuándo me podrán quitar las grapas. Imagino que todo irá en función de cómo mejore la herida, pero mi idea es trabajar con normalidad y no perderme ningún partido".