Sus problemas no desaparecen y Vélez quiere solucionar ya una lesión que le mantiene apartado de los terrenos de juego desde principios de octubre.
Sin mejoría en la rodilla, Íñigo ha podido tomar ya la determinación de pasar por el quirófano. Lo que está claro es que su baja está condicionando el ataque del Xerez, que estuvo únicamente con Tato como atacante cuando José Mari también estaba lesionado.