Y no es por falta de ganas y empuje, ya que los de Esteban Vigo fueron ayer justos merecedores de una victoria que no se firmó por falta de puntería. Dos palos y una multitud de ocasiones fueron las culpables, el Xerez borró a todo un aspirante a Primera y cada vez queda más claro que la falta de gol es uno de los grandes lastres de este equipo.
Algo que también pasó hace una semana en Gijón y que de tener un poco más de acierto, esos seis puntos estarían en la zamarra azulina. Sea como fuere, el fútbol no entiende de oportunidades y sí de goles, con lo que el Xerez tendrá que hacer terapia de gol para el primer duelo de 2013.