En el club el pesimismo es la nota predominante y, aunque se van a intentar quemar los últimos cartuchos, la sensación es que no hay solución posible a los problemas económicos y después de una semana se solicitará la disolución en el juzgado. La imposibilidad de afrontar el pago a Hacienda es la culminación a una situación que ya colea desde el pasado verano y que es impropia de un equipo que ha pasado por la Ley Concursal.
Se puede dar el penoso caso de que el equipo tenga que retirarse de la competición, algo que sería lamentable para una afición que no se merece vivir esa situación vergonzosa. De momento, la reunión en el CSD de hoy no influirá en nada porque es algo previsto de forma trimestral de la comisión paritaria, que tienen todos los clubes.