Los contactos no se han perdido desde hace un par de semanas y aunque las dos partes están jugando sus cartas, todo hace indicar que están condenados a entenderse para no llegar a un contencioso que no es apetecido en este momento por ninguno de los dos.
La intención de Morales es abandonar la entidad más pronto que tarde y el deseo de la empresa sevillana es hacerse cargo del club, a pesar del nefasto panorama económico y deportivo que tiene por delante.
Mientras tanto, el todavía presidente, Rafael Mateos, sigue haciendo gestiones por su cuenta tanto para llegar a un acuerdo con Hacienda que sea beneficioso, como para tratar con Javier Tebas la situación de la entidad. No deja de resultar curiosa la situación del empresario jerezano, que ha amagado con dimitir en más de una ocasión y que ahora aparece más activo que nunca, con unas esperanzas de continuar en el cargo que sorprenden.