El futbolista asegura a sus allegados que no ha comunicado ninguna decisión al Xerez, sencillamente, porque aún no sabe si podrá seguir jugando o no. Sólo durante el verano y después de comprobar cómo reacciona ante determinados esfuerzos tomará la decisión de si sigue en activo o no.
El abductor que le ha dado tantos problemas sigue débil y tendrá que seguir trabajándolo, pero no está previsto que deba pasar ninguna revisión que determine si su físico le permite seguir compitiendo al máximo nivel.
Su deseo es seguir, al menos, un año más. No le importaría seguir en el Xerez, aunque no se descarta que pueda cambiar de aires.