La realidad es que Mateos lo único que puede hacer es proponer la disolución ante el consejo de administración y es seguro que se va a encontrar con una negativa. Así pues, los nubarrones más pesimistas de desaparición van a quedar en nada, por mucho que algunas fuerzas vivas del xerecismo lo prefieran a cualquier otra solución que se pueda plantear en este momento.
Y es que Morales tiene claro que el club no va a desaparecer y que tampoco caerá en manos de la Fundación o de la Plataforma. Ahora mismo lo más probable es que llegue a un acuerdo con Energy, que es la vía más sencilla que tiene para salir del entuerto.