Porque este lunes es el día en que los nuevos dueños del club de Chapín tienen que depositar el aval que la Federación Española exige para competir en Segunda B. Energy continúa trabajando en ello e insiste en que pagará y resolverá la gran incógnita, única vía que les queda a los empresarios comandados por Ricardo García no sólo para que el equipo no pierda su plaza en el grupo IV sino también para que su credibilidad no se derrumbe.
Son demasiados los problemas a los que el nuevo consejo de administración tiene que hacer frente, pero el más urgente ahora es el de responder a las exigencias federativas e inscribir a la entidad en la categoría que deportivamente le corresponde. Y esa respuesta debe llegar en cuestión de horas...